La coordinadora general de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) tuvo lugar entre los días 20 y 21 de octubre. Unas jornadas durante las cuales los responsables de las distintas diócesis, junto a consiliarios y acompañantes, “han compartido los retos que se les plantean como movimiento”, sobre todo ante un inicio de curso “marcado por el inicio del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
Estos retos se suman a los que acompañan a la puesta en marcha de los acuerdos alcanzados en el 48º Consejo General celebrado el pasado mes de diciembre, así como la campaña de acción ‘RelaciónARTE. Juntas sumamos, juntas cambiamos’.
Durante el encuentro también se llevó a cabo la evaluación de los procesos “llevados a cabo en cada diócesis durante el verano”, y se han definido “los tres retos que orientan el trabajo del movimiento para los próximos tres años”. El primero de estos objetivos es “llevar acción militante” a cada uno de los ambientes de todas las diócesis, “haciendo protagonistas a otros y otras jóvenes en la construcción del Reino”.
“Un estilo de vida responsable y sostenible”
“El segundo objetivo” que han establecido es “crecer en una experiencia cotidiana de encuentro con Dios”, así como, a modo de último punto a seguir, está el de “crecer como movimiento en un estilo de vida responsable, justo y sostenible con el planeta y desde una opción por las personas empobrecidas”.
“La JOC tiene como misión entre los y las jóvenes de ser ‘Iglesia en salida’ al encuentro de quienes más lo necesitan”. Así lo recordaba Mario Picazo, consiliario general del movimiento, haciendo un llamamiento a los presentes para que vivan “como semillas del Reino”, dando ejemplo “con su propia vida”.