“Seríamos tontos si renunciamos al potencial de las mujeres”, dijo el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Munich, durante la sesión informativa con motivo de los temas tratados en el Sínodo de los Obispos y celebrada hoy, 24 de octubre, en el Vaticano. Añadió, además, que las mujeres “deben estar presentes hoy, no mañana” en los “procesos de decisión” de los temas que conciernen a la Iglesia.
El cardenal comentó que “sin cambio no hay progreso” y que es fundamental “entender la evolución de los tiempos, como ya lo hizo Juan XXIII”. Por este motivo ha invitado a seguir el ejemplo de Alemania, donde tantas mujeres participan en la organización del cuidado pastoral.
La reunión fue dirigida por Paolo Ruffini, quien anunció que la carta de conclusión del Sínodo será leída el domingo 28 de octubre, y que esta mañana 44 padres sinodales discutieron tanto los temas de la misiva como el documento final de la asamblea.
“La Iglesia debe acertar en los términos”
Entre los muchos temas tratados ha estado el tema LGTBI, sobre el cual se han pronunciado tanto el cardenal Marx como Andrew Nkea Fuanya, obispo de Mamfe (Camerún). “El tema de la sexualidad no debe ser explotado”, apuntó Marx, si bien señaló la existencia de “grupos de presión que intentan influir, ante lo que la Iglesia debe acertar en los términos, con palabras no engañosas”. En el mismo sentido, el prelado camerunés señaló que en África el tema aun no se ha debatido abiertamente.
El obispo de Mamfe aclaró entonces que el Sínodo no tiene como objetivo resolver “problemas locales”, ya que cada cual tiene su propio “punto de vista y dificultades”, sino que todo se enfrenta de manera conjunta, “como una Iglesia unida”. Así, señaló que en África no tienen “el problema de las iglesias vacías”, ya que los jóvenes “siempre van a misa”. Sin embargo, cuando salen de ella, “no tienen un trabajo, no tienen cuidados si están enfermos y terminan buscando la felicidad en otros lugares”. “Las iglesias están llenas porque nuestros valores tradicionales aun corresponden a los valores de la Iglesia, transmitimos las tradiciones sin diluirlas”, explicó. Y es que, para Mamfe, “la Iglesia debe hablar sin ambigüedades”.