Se ha hablado de jóvenes, vocación y discernimiento pero no de doctrina. Así de claro lo expresó hoy, 26 de octubre, el presidente de la Conferencia Episcopal Irlandesa, Eamon Martin, durante la rueda de prensa con motivo del Sínodo de los Obispos sobre ‘los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional’. Nada cambia en materia de sexualidad o celibato. No al menos en el documento final de esta Asamblea Sinodal, que se debatirá mañana punto por punto necesitando 2/3 de los votos para ser aprobados.
“No fue un Sínodo que se enfrentara a cuestiones doctrinales” sino a “los jóvenes, la vocación y el discernimiento”, expresó Martin. Y se ha hablado también de sus “traumas”, sus heridas y las “terribles injusticias” a las que se ven abocados: precaridad laboral, migración, pobreza, o trata, recalcó Christoph Schönborn, cardenal arzobispo de Viena. La migración ha sido una de las principales preocupaciones, según el cardenal austríaco. “Hablamos mucho sobre eso. Nos preguntamos: ¿por qué los jóvenes huyen de sus países? ¿Por qué no ven un futuro?”, explicó.
“Los casos de abusos angustian a los jóvenes”
El tema de los abusos sexuales a menores también ha tomado gran parte del tiempo de discusión. fue abordado con la misma preocupación. “Cuando llegamos a Roma, el tema de los abusos centraba el debate. Yo y muchos padres sinodales pensamos que era importante para nosotros hablar sobre este tema. Nos dijimos: debemos hablar de esto antes de poder hablar de cualquier otra cosa con los jóvenes”.
Los abusos, especialmente en la primera semana, ha ocupado las discusiones del Sínodo: en las Congregaciones Generales, en los Círculos Menores, en los diálogos privados de los diversos padres. “Hemos dedicado mucho tiempo a este tema”, subrayó. Además, “este es un problema que molesta a los jóvenes y les causa angustia, es evidente”.
Durante el Sínodo se ha recalcado que “todos los países del mundo deben enfrentarse a la cuestión” seriamente, porque “todavía hay áreas de la Iglesia donde no ha surgido, no ha salido a la luz. Estos hechos todavía son negados, no se les da un papel apropiado”, dijo, a la misma vez que se mostró esperanzado de las conclusiones que puedan salir del encuentro del Papa con todos los presidentes de los episcopados en febrero para afrontar la pederastia en la Iglesia.