“La política migratoria cortoplacista daña la imagen de la Unión Europea”. Lo dice la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, que hoy, 27 de octubre, ha participado en la mesa redonda ‘La Europa de las personas: ciudadanía y modelo social’, en el marco de la IV Convención de Cristianos Socialistas bajo el lema ‘La Europa de las personas: social y solidaria’ celebrada en el Colegio Mayor Chaminade de Madrid.
La primera mujer secretaria general la entidad eclesial, como han recalcado al presentarla, ha puesto en valor el apoyo de Cáritas al millón y medio de personas que acompañaron el pasado año en España, gracias a la labor de trabajadores y voluntarios, que se sitúan en las 83.000 personas. Y esta atención sigue siendo necesaria pese a los mejores datos ecónomicos, porque “hemos crecido a dos velocidades y todavía estamos lejos de una verdadera integración de los más pobres”. De hecho, los últimos datos del Informe FOESSA, a los que ha hecho alusión, muestran como el 80% de los menores que viven en familias pobres tendrán episodios de pobreza en el futuro.
La vacuna contra la ola de extremismo político en Europa tiene una única solución, según Peiró: trabajar para lograr el bien común, porque “los extremismos, que niegan la dignidad y respeto a los derechos humanos, ponen en peligro a las personas y a la propia Unión Europea”. Por eso, ha pedido una “reorientación de la política migratoria, de cooperación internacional y climática”.
Rutas seguras y protección en el tránsito
Peiro ha mantenido que es necesario establecer “rutas seguras y mecanismos de protección en el tránsito de personas”. Así, ha pedido no cooperar internacionalmente solo con los países vecinos, porque “son muchos los países que nos necesitan”. Al mismo tiempo, ha denunciado que los presupuestos de la UE estén enfocados a acabar con los flujos migratorios y no hacia una verdadera integración”.
En el ámbito climático, ha instado a Europa a tomar “una postura exigente en la próxima reunión sobre el clima, ahora que Estados Unidos ha abandonado el Acuerdo de París, porque si no nos movemos en bloque, será muy difícil que cualquier país alcance una política energética sostenible”.
Por su parte, el expresidente de la HOAC, José Fernando Almazán, ha sido parte de la mesa redonda ‘La Europa del bien común: trabajo digno, juventud y cohesión social’, donde ha incidido en la necesidad de “volver a la fraternidad”. También ha pedido hablar más de los pobres, porque “hablamos de desigualdad, dignidad laboral… pero muy poco de la pobreza”.