“La Iglesia está dispuesta a acompañaros por caminos nuevos”, dicen los padres sinodales a los jóvenes

Los padres sinodales en la misa de clausura del Sïnodo sobre los jóvenes

El Sínodo concluye con una carta de los padres sinodales a los jóvenes. La misiva ha sido leída al termino de la misa con motivo del fin de la asamblea sinodal sobre ‘los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional’. El cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo, se ha dirigido a los jóvenes del mundo “con una palabra de esperanza, de confianza, de consuelo…”.

“En estos días hemos estado reunidos para escuchar la voz de Jesús, ‘el Cristo eternamente joven’ y reconocer en Él vuestras muchas voces, vuestros gritos de alegría, los lamentos, los silencios. Conocemos vuestras búsquedas interiores, vuestras alegrías y esperanzas, los dolores y las angustias que os inquietan”, ha dicho.

Por eso, “deseamos que ahora podáis escuchar una palabra nuestra: queremos ayudaros en vuestras alegrías para que vuestras esperanzas se transformen en ideales. Estamos seguro que estáis dispuestos a entregaros con vuestras ganas de vivir para que vuestros sueños se hagan realidad en vuestra existencia y en la historia humana”, ha explicado.

“La Iglesia no os abandona”

Baldisseri ha pedido a los jóvenes que “nuestras debilidades no os desanimen, que la fragilidad y los pecados no sean la causa de perder vuestra confianza”, porque “la Iglesia es vuestra madre, no os abandona y está dispuesta a acompañaros por caminos nuevos, por las alturas donde el viento del Espíritu sopla con más fuerza, haciendo desaparecer las nieblas de la indiferencia, de la superficialidad, del desánimo”.

El cardenal ha subrayado que “cuando el mundo, que Dios ha amado tanto hasta darle a su Hijo Jesús, se fija en las cosas, en el éxito inmediato, en el placer y aplasta a los más débiles, vosotros debéis ayudarle a levantar la mirada hacia el amor, la belleza, la verdad, la justicia”.

Baldisseri ha recordado que durante un mes “hemos caminado juntamente con algunos de vosotros y con muchos otros unidos por la oración y el afecto. Deseamos continuar ahora el camino en cada lugar de la tierra donde el Señor Jesús nos envía como discípulos misioneros”. Y es que “la Iglesia y el mundo tienen necesidad urgente de vuestro entusiasmo. Hacéos compañeros de camino de los más débiles, de los pobres, de los heridos por la vida”. “Sois el presente, sed el futuro más luminoso”, ha finalizado.

Noticias relacionadas
Compartir