“El tema educativo es una emergencia, no solo en nuestro país, si no en todos los países”, ha destacado hoy, 31 de octubre, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, durante el acto de presentación de un manifiesto sobre la libertad educativa en la sede de la Universidad CEU Cardenal Herrera. Además, señaló que esta es “una realidad que debería estar entre las preocupaciones de todas las fuerzas sociales y políticas en estos momentos”, y puntualizó que “emergencia no es un término peyorativo, sino de urgencia”.
“En la actualidad no se lleva a cabo una verdadera educación de la persona al servicio del bien común”, apuntó, a lo que añadió que “lo importante no es si los alumnos se saben más o menos datos sino si saben comportarse como personas humanas libres, conscientes y creadoras de una nueva sociedad, hecha de hombres nuevos con un nuevo estilo de vivir”.
El arzobispo subrayó que el manifiesto “se refiere tanto a la enseñanza de las escuelas católicas, la enseñanza concertada y la privada, como también a la enseñanza pública, porque una enseñanza pública que no ayuda a los alumnos a ser libres desde la verdad y desde una cooperación al bien común no puede llamarse como tal”. De ahí surge, dijo, la “emergencia educativa que sufre nuestra sociedad y la necesidad de buscar una educación en libertad para formar personas libres, conscientes y creadoras, como servicio a la sociedad y al bien común”.
La religión, a elección de los alumnos
Por su parte, Vicenta Rodríguez, secretaria autonómica de Escuelas Católicas, fue la encargada de leer el manifiesto en el que se reclama “la garantía del derecho de los padres de educar a sus hijos conforme a sus convicciones religiosas y morales, tanto en la escuela de titularidad pública como en la escuela de iniciativa social”. Un derecho que “incluye la garantía de la enseñanza religiosa escolar, que será de oferta obligatoria para los centros y elección voluntaria para los alumnos”.
De la misma manera, en el manifiesto se reclama la garantía de una “oferta educativa plural”, y “la libertad de creación de centros docentes dentro del respeto de los principios constitucionales”, así como la “obligación de los poderes públicos para promover las condiciones para la libertad de enseñanza”.
El texto ha sido firmado, además de por el Arzobispado de Valencia, los obispados de Segorbe-Castellón y Orihuela Alicante, la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, la Universidad CEU Cardenal Herrera, Escuelas Católicas Comunitat Valenciana, la Federación de Centros Educativos de Valencia (Feceval), CONCAPA Comunidad Valenciana y los Colegios Diocesanos de las tres diócesis de la Comunidad Valenciana.