“Hoy es una fiesta de familia. Los santos están cerca de nosotros, es más, son nuestros verdaderos hermanos y hermanas”. Este es el mensaje que el Papa Francisco ha querido lanzar a los fieles reunidos en la Plaza De San Pedro para compartir el rezo del Ángelus en la festividad de todos los santos.
Con referencias constantes a su exhortación ‘Gaudete et exultate’, el Papa recordó que esta jornada reivindica a “todos los santos, no sólo a los más conocidos en el calendario”. “También con aquellos de la puerta de al lado, con nuestros familiares y conocidos que ahora forman parte de esa inmensa multitud, subrayó Jorge Mario Bergoglio.
Escuchar el Evangelio
A partir de ahí, hizo un llamamiento a todos los cristianos para que vivan en clave de santidad: “Hoy estos hermanos y hermanas nuestros no nos piden que oigamos de nuevo un hermoso Evangelio, sino que lo pongamos en práctica, que nos pongamos en el camino de las Bienaventuranzas”, explicó, para matizar a continuación: “No se trata de hacer cosas extraordinarias, sino de seguir cada día este camino que nos lleva al cielo, a la familia, a la casa”.
Es más, el Papa desveló a quienes le escuchaban cuál ha de ser el objetivo vital de todo hombre y mujer: “Nacimos para no morir nunca más, nacimos para disfrutar de la felicidad de Dios. El Señor nos anima y a quien sigue el camino de las bienaventuranzas”.
En un tono más catequético-litúrgico, apostilló además que, cuando en la misa “cantamos ‘Santo, santo, santo el Señor Dios del universo’, no sólo pensamos en los santos, sino que hacemos lo que ellos hacen: en ese momento, en la Misa, estamos más unidos a ellos que nunca”.