“Quiero animar a las organizaciones de la sociedad civil y a los movimientos populares a colaborar en la difusión masiva de aquellos puntos de los ‘Pactos Globales’ que versan sobre la promoción humana integral de migrantes y refugiados”, dijo Francisco a los participantes del ‘Foro Social de las Migraciones 2018’, que se celebra entre el 2 y el 4 de noviembre en Ciudad de México.
El Foro, creado en 2001, es una iniciativa dirigida a investigar y construir una sociedad justa y un mundo más solidario. Este año coincide justamente con el paso de miles de personas en la ‘Caravana de migrantes’ por diversas ciudades mexicanas. Las mismas organizaciones y movimientos han sido invitadas por el Papa “a comprometerse para promover una repartición de responsabilidades más equitativa en la asistencia de los solicitantes de asilo y refugiados”, de la misma manera que es “determinante su actuación” a la hora de “identificar con prontitud las víctimas de la trata, realizando todos los esfuerzos necesarios para liberarlas y rehabilitarlas”.
“La transformación positiva de nuestras sociedades comienza por el rechazo de todas las injusticias, que hoy buscan su justificación en la “cultura del descarte”, afirmó. Una oposición a las injusticias que comienza al dar “voz a los que no la tienen”, entre los que se encuentran “migrantes, los refugiados y desplazados, que son ignorados, explotados, violados y abusados en el silencio culpable de muchos”.
Sin embargo, Bergoglio subrayó que la verdadera transformación no se limita a denunciar las injusticias, sino que para garantizar la seguridad de los migrantes es necesario “identificar pautas de solución concretas y viables, aclarando roles y responsabilidades de todos los actores”.
El foro se propone abordar los ejes temáticos relacionados con las migraciones contemporáneas. Los derechos humanos, las fronteras, la incidencia política, el capitalismo, el género, el cambio climático y las dinámicas transnacionales son temas que se tocarán durante los dos días de celebración. “Se trata de temas muy importantes, que merecen una reflexión atenta y compartida entre todos los actores, una reflexión que busca la integración de las distintas perspectivas, reconociendo la complejidad del fenómeno migratorio”, apuntó Francisco.
“Es precisamente a raíz de esta complejidad” el motivo por el que “la comunidad internacional se ha comprometido” en el desarrollo de procesos “que tienen como objetivo la adopción de dos pactos mundiales, uno para una migración segura, ordenada y regular, y otro sobre refugiados”. Más allá de sus limitaciones y de su naturaleza no vinculante, la Santa Sede no ha dejado de señalar que los Pactos Mundiales constituyen un marco de referencia para desarrollar propuestas políticas y poner en práctica medidas concretas” que requieren, para su efectividad, “la coordinación del esfuerzo de todos los actores, entre los cuales estará siempre la Iglesia”.