De Alemania, Italia, Argentina y Filipinas son los cuatro jóvenes auditores del Sínodo de los obispos sobre ‘los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional’ que evalúan el documento final en Vida Nueva.
Thomas Andonie (Alemania)
1. ¿Cuál es el punto más relevante o positivo del documento final?
El empoderamiento de las mujeres en la posición de liderazgo es uno de los aspectos en los que la Iglesia ha progresado. Pero las palabras no son suficientes. ¡La Iglesia necesita practicar lo que predica! Ahora pedimos que la implementación de esta preocupación se haga efectiva inmediatamente, porque no podemos continuar excluyendo a la mitad de la población del liderazgo de la Iglesia.
2. ¿Cuál es el aspecto que podría haberse mejorado?
Criticamos el coraje perdido en el desarrollo de la moral sexual de la Iglesia universal. Afirmamos que las relaciones de los jóvenes que se viven como responsables, respetables, fieles e iguales deben ser respetadas por la Iglesia. Las personas involucradas se responsabilizan mutuamente, con fe, por lo que la relación tiene valor. La Iglesia debe tener respeto por ellos.
3. A la luz de las propuestas lanzadas, ¿cuál es la iniciativa o medida que la Iglesia debe aplicar con mayor urgencia respecto a los jóvenes?
La Iglesia, especialmente los obispos y responsables de la pastoral y sus equipos, debe actuar de inmediato para exponer los casos de violencia sexual y prevenirlos en el futuro. El documento describe que la Iglesia tiene que bajar a la raíz del problema. Y este ¡radica en el sistema! No hay justificación para las regulaciones de la ley de la Iglesia si se hace evidente que ellos favorecieron la violencia sexual. ¡No hay ningún párrafo en la ley canónica que sea más sagrado que la dignidad de un ser humano! Ahora las palabras ya no cuentan, pero los hechos sí. Si la Iglesia no lucha activamente y termina con esta injusticia, no recuperará su credibilidad y confianza, especialmente entre los jóvenes.
Niccole Anne C. Pérez (Filipinas)
1. ¿Cuál es el punto más relevante o positivo del documento final?
Creo que el aspecto más positivo es la tercera parte, en la que podemos ver la respuesta de la Iglesia a los jóvenes. Es realmente reconfortante saber que la Iglesia nos escucha de verdad. Aquí es donde se llevará a cabo la acción, porque conocer la situación de los jóvenes no es suficiente. Avanzar y traer vida es lo que necesitamos.
2. ¿Cuál es el aspecto que podría haberse mejorado?
El documento, en su conjunto, ha sido realmente bueno. El resultado fue muy sorprendente, ya que todos los puntos han sido aprobados por los padres sinodales. No puedo pensar en ningún tema que no haya sido discutido. Estoy agradecida por el hecho de que los jóvenes hayan sido oídos y escuchados.
3. A la luz de las propuestas lanzadas, ¿cuál es la iniciativa o medida que la Iglesia debe aplicar con mayor urgencia respecto a los jóvenes?
Rezo para que este viaje sinodal no termine en el aula, sino que continúe en cada país al que vamos. Todos somos documentos vivos, como dijo Vincent Nneji, un joven auditor de Nigeria, y viviremos para siempre el proceso sinodal y el viaje en nuestros corazones.
Mariano Germán García (Argentina)
1. ¿Cuál es el punto más relevante o positivo del documento final?
Cada uno de los puntos que componen el documento son de gran relevancia. Sin duda la Iglesia (papa Francisco, obispos, sacerdotes, religiosas, pueblo de Dios) quiere fortalecer ese acompañamiento y empoderar la vida de cada uno de los jóvenes de cualquier parte del mundo sea cual fuera su situación, ya que debemos recibir la vida como viene.
2. ¿Cuál es el aspecto que podría haberse mejorado?
El documento permite que otros (jóvenes, equipos de juventud, comunidades diocesanas, parroquiales, movimientos, etc.) puedan seguir fortaleciéndolo con sus reflexiones y prácticas pastorales. ¿Por qué pretender que un documento busque responder o plasmar todo? Esto sería no permitir y respetar la vida que cada una de las comunidades o movimientos vienen haciendo. El documento, como lo ha expresado Francisco, comienza por cada uno de nosotros que tenemos alguna responsabilidad y compromiso dentro de algún espacio eclesial para que sin duda tomemos conciencia de un caminar que se debe renovar, fortalecer y salir de algunos esquemas que ya no responden, dando gracias por todo lo que se vino entregando y viviendo, o continuar haciéndolo, pero con un gran dinamismo que permita vivir una verdadera Iglesia en salida.
3. A la luz de las propuestas lanzadas, ¿cuál es la iniciativa o medida que la Iglesia debe aplicar con mayor urgencia respecto a los jóvenes?
Debemos, todos en nuestra realidad, estar dispuestos a soltar y a arriesgarnos a sacar de nuestro lenguaje y mente el “siempre se hizo así” salir de nuestros lugares “seguros y confortables” para ir a esos territorios que desconocemos pero que sin duda Dios nos está hablando desde ahí.
Thomas Leoncini (Italia)
1. ¿Cuál es el punto más relevante o positivo del documento final?
El aspecto más interesante es el espíritu con el que fue escrito y con el que se votó: el espíritu de una Iglesia que escucha antes de hablar, una Iglesia cohesionada que ha confrontado a los jóvenes y de este diálogo fructífero ha nacido un documento histórico.
2. ¿Cuál es el aspecto que podría haberse mejorado?
He visto un gran compromiso por parte de todos, padres sinodales, delegados fraternos, auditores, expertos… Muchos puntos se han modificado durante el curso del trabajo solo para escuchar más sobre los sentimientos de los jóvenes presentes. Como resultado, creo que es un documento muy bien hecho, de manera honesta y que toca puntos muy delicados, sin miedo.
3. A la luz de las propuestas lanzadas, ¿cuál es la iniciativa o medida que la Iglesia debe aplicar con mayor urgencia respecto a los jóvenes?
Lo más urgente es comprender cuán grave es la situación de los jóvenes, víctimas de la brecha globalizada, peones en manos del populismo y la política de utilidad inmediata. Este documento ha sido medido con la realidad, con gran honestidad.
