Para Vicente Esplugues Ferrero (Valencia, 1970), “la Palabra es, en última instancia, el elemento inspirador de toda la vida de la Iglesia”, y también “el mejor criterio de discernimiento”. Por eso, este misionero del Verbum Dei trata de ponerse cada día a su escucha para “cargar la batería” de su capacidad de amar y entregarse a los demás con “el corazón ardiente” de los discípulos de Emaús. Ya sea a sus feligreses de la parroquia madrileña de Nuestra Señora de las Américas o a cuantos disfrutan con los acordes de su guitarra eléctrica.
PREGUNTA.- ¿Por qué no ha alcanzado el Evangelio tanta “popularidad” como el personaje que lo inspiró y predicó?
RESPUESTA.- Durante mucho tiempo parecía que la Palabra de Dios pertenecía solo al clero, o a un grupo reducido de sabios y teólogos. Y lo más cierto es que Jesús tiene como principales destinatarios a la gente sencilla: “Te doy gracias, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla” (Lc 10, 21). Este ‘Evangelio Popular’ (PPC) es un intento de acercar la Palabra a la vida de la gente de la calle. Que les sirva para iluminar desde la fe lo que cada día les toca vivir.
P.- ¿Qué novedad aportan estos comentarios suyos a la Palabra de Dios?
R.- Son reflexiones sencillas que nacen de un ambiente de oración. Me he puesto a los pies del Señor y he intentado escuchar con la mente y el corazón lo que la Palabra dice a nuestras vidas. Y he expresado con sencillez lo que entendía de las lecturas de cada día.
P.- Como músico, ¿qué texto bíblico es el gran ‘hit’ de la banda sonora de su vida?
R.- Toda la Palabra es una carta de vida que Dios escribe a diario a sus hijos. Es muy difícil priorizar cual es la Palabra que más me ha marcado, son tantas… Pero, en un ejercicio de síntesis, me quedo con las Bienaventuranzas (Mt 5, 1-12). Esa es la biografía existencial de Jesús, a la que nos invita a adherirnos como forma de tener una vida abundante y plena.
P.- Sus breves reflexiones para cada día del año 2019 se cierran con unas palabras del cantante Rosendo: “Prometo estarte agradecido”. Por seguir con otro de los temas más conocidos del popular rockero, hoy, para evangelizar, ¿hay que estar “loco por incordiar”?
R.- Para evangelizar hay que tener un corazón ardiente como el de los discípulos de Emaús, una experiencia de haber recibido por pura gracia, por puro amor, la plenitud de misericordia y de sentido que ofrece Cristo. Es dar gratis lo que gratis se recibe. Y, efectivamente, hay que estar un poco loco para vivir en clave de entrega gratuita.
Fidelidad al Maestro
P.- ¿Le gusta cómo suenan las “melodías” que compone el papa Francisco a propósito de las Escrituras?
R.- Me gusta la conversión pastoral que sueña el papa Francisco para toda la Iglesia. El revisar continuamente toda la oferta que la Iglesia lanza al mundo, y desear que sea cada vez más fiel a las enseñanzas del Maestro. La Palabra es, en última instancia, el elemento inspirador de toda la vida de la Iglesia, y el mejor criterio de discernimiento: “Haz esto y vivirás” (Lc 10, 37).
P.- Un consejo final para que el lector haga vida la Palabra (y sus palabras)…
R.- Pues que, con el ‘Evangelio Popular’, cada día dediquemos un rato a escuchar la Palabra; con la mente, pero, sobre todo, con el corazón. Como ponemos a cargar el móvil cada noche para que tenga la batería llena, nuestros momentos de escucha de la Palabra son el tiempo imprescindible para cargar la batería de nuestra capacidad de amar. Y que nos hagamos lectores asiduos de esta Palabra que nos llena de vida.