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Braz de Aviz: “Quienes han encubierto abusos durante 70 años son una mafia; no son Iglesia”

  • El cardenal protagoniza la jornada de clausura de la XXV Asamblea General de CONFER
  • “No podemos tapar. Quizá nos convertiremos en una Iglesia más pequeña, pero más correcta”, ha recalcado
  • El ‘ministro’ vaticano ha recordado que “en el Evangelio no existen los superiores. Desde un niño bautizado hasta el Papa, todos somos iguales”





Pregunten cosas concretas, no generalidades. Esta ha sido la invitación del cardenal prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Religiosa y las Sociedades de Vida Apostólica, Joao Braz de Aviz. Y vaya si los religiosos se han despachado a gusto en la XXV Asamblea General de la CONFER, que concluye hoy, 15 de octubre. Abusos, sexualidad, mujeres, jóvenes o cómo cambiar estructuras han sido los temas tratados.

“Tengo la impresión de que las denuncias de abusos crecerán, porque solo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encubriendo, y esto ha sido un tremendo error”. Así se ha expresado el cardenal ante una pregunta a este respecto. Asimismo, Braz de Aviz ha aconsejado “ser inmediatos ante los abusos”. “Lo que llega a nosotros inmediatamente tiene que ser escuchado. Tenemos que estar atentos a las víctimas y no a los agresores, esto es lo que nos pide el Papa. El dolor de quienes sufren estos abusos es enorme y no podemos dejarlo pasar. No podemos tapar”, ha añadido.

En el mismo sentido, ha pedido a los religiosos no dejar que esta crisis “nos inmovilice, porque es verdad que ahora muchos nos dicen que todos somos pedófilos. Es un momento difícil, pero de aquí saldremos convertidos. Quizá como una Iglesia más pequeña, pero también más correcta”.

Encubrimiento de abusos

Siguiendo con los abusos, el prefecto ha denunciado que desde 1943 el Vaticano tenía documentos sobre las conductas del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. “Quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia”, ha recalcado. Al tiempo, ha querido aclarar que esto nada tiene que ver con “la vida actual de la congregación, que ha seguido un proceso muy bueno”.

Según sus palabras, “el problema actual nos indica que muchas cosas en el pasado se hicieron mal”. Y es que “se mentía; a mi generación nadie nos hablaba sobre sexualidad, y esto hoy tiene que ser repensado en la formación”.

Sobre el papel de los laicos y de las mujeres, por lo que también fue preguntado, el cardenal ha sido muy claro. “Se les está dando más protagonismo gracias al papa Francisco, pero no todos. Hay ambientes en los que se rechaza aún a las mujeres. Es nuestra misión desbloquear esta situación, porque no existe superioridad del hombre sobre la mujer”.

La mujer en la Iglesia

En este caso, ha puesto como ejemplo su dicasterio, en el que casi la mitad de trabajadoras son mujeres. De hecho, “de las cinco áreas, tres ya son capitaneadas por mujeres”. No obstante, ha explicado que “esto no se da en toda la Curia; algunos todavía se resisten, pero el Papa va adelante y la mujer va tomando su sitio”.

Con enorme claridad y con dosis de humor, Braz de Aviz ha ido respondiendo a todas las cuestiones. Sobre los jóvenes, el cardenal ha alabado el Presínodo, como un momento en el que ellos tomaban la palabra, porque “seamos sinceros, nosotros no los entendemos”. Por eso, les ha invitado a “salir donde están, no quedarnos dentro de nuestras casas. Debemos testimoniar, estar con ellos, y esto, aunque parece sencillo, se ha ido perdiendo”. “Hagamos al joven parte de la comunidad -ha añadido-, porque parece que solo le queremos para encargarle cosas”.

También ha habido tiempo para las anécdotas. “Una religiosa le escribió al Papa diciéndole que su hermano había caído en el juego. El Papa me llamó, ya que se trataba de una monja, y fui a verla”, ha relatado. “Al parecer, la su superiora le había dicho que era problema de su familia, no de la congregación. Y aquí está el problema. Yo no digo que la congregación pague las deudas de la familia, pero sí que la acompañe. Para esta religiosa, el Papa es una persona que la amó. Y yo aprendí cómo tratar a las personas”. Por eso, “en la CIVCSVA ahora escuchamos”. Y, sorpresa, “se resuelven la mitad de los problemas”.

Crisis de fe

Por otro lado, Braz de Aviz ha instado a los religiosos a hablar de sus crisis. “Yo tuve una crisis siendo cardenal, y volví a mi casa. Era por problemas internos de la Curia. Llegué a pensar que la Iglesia era solo intereses. Pero se solucionó”, ha explicado. “Hablemos de nuestras dificultades, yo lo hago”, ha continuado.

En otro orden, el ‘ministro’ de los religiosos ha comentado que “ahora, con 70 años, es cuando estoy comprendiendo que el Espíritu no necesita estabilidad, porque siempre nos pide un paso más”. “Salgamos de nuestros lugares seguros; adentrémonos en lo nuevo”, ha pedido, porque “para salir a las periferias la primera condición es salir de nosotros mismos”.

Para Braz de Aviz, es en las estructuras donde “hay más resistencias”. “Muchos fundadores querían a los laicos junto a los consagrados y nosotros los hemos olvidado”, ha remarcado. “Trabajemos juntos. El Papa nos invita a hacerlo en los dicasterios, de una forma más horizontal. Traslademos esto al resto de estructuras”, ha añadido.

“No hay superiores e inferiores”

Sobre la riqueza de la diversidad, el cardenal ha mantenido que “la unidad se construye en la diversidad, porque no es una esfera, sino un poliedro”.

Antes de marcharse, el prefecto ha agradecido la invitación de CONFER, donde “siempre me siento feliz, como en casa. Eso sí, no me llamen mucho”, ha dicho entre risas. Asimismo, les ha recordado a los superiores mayores que “en el Evangelio no existen superiores e inferiores, existen hermanos y hermanas; existe fraternidad. El superior es un instrumento privilegiado, pero no es el único”. “Todos somos iguales desde el bautismo, desde un niño hasta el Papa”, ha subrayado.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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