La Tercera Sala de la Corte Suprema de Justicia acogió el recurso de las religiosas carmelitas descalzas “del Amor Misericordioso y de la Virgen del Carmen” contra la resolución anterior de la Corte de Apelaciones que había calificado favorablemente el proyecto hidroeléctrico de Energía Coyanco S. A.
El fallo judicial establece que la congregación realizó observaciones al proyecto solicitando su invalidación dentro de las normas legales, por lo que el Comité de Ministros incurrió en un error, “al negarse a admitir a tramitación la petición de invalidación”. Por tanto, deja sin efecto las resoluciones del Servicio de Evaluación Ambiental y “decide que el reclamado deberá admitir a tramitación la petición de invalidación de que se trata”, asevera el fallo.
La empresa Energía Coyanco construye una central hidroeléctrica en la ribera sur del río Maipo, al sur de Santiago. En ese sector el río pasa entre cerros altos de la precordillera que caen directamente al río. Allí se emplaza este monasterio de carmelitas descalzas cuya comunidad tiene 12 religiosas. Su terreno es la ladera del cerro, todo en pendiente. Esta geografía dificulta el paso de ductos de la empresa cuya propuesta, con una inversión de US$ 50 millones, ha sido rechazada por la comunidad de religiosas porque les divide el terreno.
Después de varios años de fuertes disputas, con reuniones entre la comunidad y representantes de la empresa, ésta apeló a la justicia hasta que el año 2016 el Comité de Ministros aprobó el proyecto y esta resolución es la que ha sido objetada ahora por la Corte Suprema, ante la apelación de las monjas. En esa oportunidad la superiora, María Elisa Castillo, dijo que “no se explica cómo un proyecto rechazado en primera instancia por la misma comisión sin haber aparecido ningún papel, sin haber aparecido nada más, ahora el comité de ministros aprueba el proyecto en una votación cinco a cero. No podemos entender cómo un proyecto que ha sido rechazado por una entidad técnica puede ser aprobado por los ministros y ahora votan todos aprobando el programa”, expresó.
Ahora, la comunidad de religiosas recibió esta reciente decisión de la Corte Suprema con gran alegría y esperanza porque temen que su vida pueda ser gravemente afectada por este proyecto si llega a concretarse.
“Lo más destacable del fallo es que reconoce que se violó el derecho de acceso a la justicia de las Carmelitas y se ordena resolver su invalidación. Estamos muy contentos por eso. Sin embargo, ahora le toca al Comité de Ministros hacer su parte y mantener el rechazo a la central, protegiendo el sistema de vida del Monasterio y el ecosistema del cajón del Maipo” explica Ezio Costa, Director Ejecutivo de la ONG FIMA, organización que representa a la Congregación.
Con la comunidad de religiosas participan también otros propietarios del sector que verían afectados sus terrenos y que acogen con alegría este fallo. Sin embargo, las dificultades geográficas presagian que esta batalla, que ya tiene más de seis años, continuará porque es indispensable para la empresa obtener ese paso.