Los obispos españoles se reunirán con la ministra de Educación, Isabel Celaá, el próximo 3 de diciembre. El encuentro se llevará a cabo como respuesta a una petición hecha el pasado julio por parte de la Conferencia Episcopal Española para trasladarle al Ejecutivo que para los prelados la presencia de la asignatura de Religión y su evaluabilidad es “innegociable”, según confirmó a Europa Press el actual secretario general, José María Gil Tamayo.
Así, el nuevo secretario general, que será elegido en Asamblea Plenaria el próximo 21 de noviembre, tiene ya una cita prevista. Tamayo, a unos días de dejar su cargo para marcharse a Ávila como pastor, ha concedido una entrevista y otra a la agencia EFE. En esta última mostró su posición sobre la exhumación de Franco, que considera un asunto “desorbitado”, porque “no tendría que haberse llegado a esta situación”. Así, insistió en que la Conferencia Episcopal “no ha hecho ni va a hacer otra cosa que respaldar” las decisiones adoptadas por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, que ha defendido el diálogo entre el Gobierno y la familia del dictador.
Por otro lado, el también portavoz de los obispos admitió que durante años la Iglesia ha guardado un “silencio cómplice” ante los casos de abusos, que ha enmarcado en un contexto de “inacción de toda la sociedad española” ante estos delitos. “Es verdad que la Iglesia está obligada a un testimonio más coherente que nadie, pero esto no exime al resto de asumir su cuota de responsabilidad en esta cultura común compartida de silencio”, recalcó.
Un exprofesor del colegio vizcaíno Gaztelueta, del Opus Dei, ha sido condenado por la Audiencia de Bizkaia a 11 años de prisión por abusos sexuales, además de la prohibición de acercarse a la víctima durante 15 años. La sentencia, que se ha hecho pública hoy, 15 de noviembre, recoge también la inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena.
Fue en 2014 cuando la familia de la víctima puso lo ocurrido en conocimiento del papa Francisco, quién ordenó una investigación que más adelante se cerraría por falta de pruebas. A pesar de esto, el fiscal pedía tres años de prisión para el exprofesor al considerar probado el delito por el que se le acusaba. Sin embargo, la acusación solicitó una condena de 10 años para el acusado.
“No es un renuncia. Me despedí al término del período para el cual fui nombrado”, señaló a La Tercera PM el cardenal Francisco Javier Errázuriz, con respecto a su último viaje al Vaticano para finalizar su trabajo en el Consejo de Cardenales (C9).
La alarma en la Iglesia chilena se encendió cuando eldiario.es señaló, el pasado 18 de agosto, que “el cardenal australiano George Pell y el chileno Francisco Javier Errázuriz” serían expulsados del denominado C9.
Si bien el prelado no asistió a la última reunión del Consejo “por motivos personales”, ha explicado que “al terminar los cinco años, es decir, el período para el cual fui nombrado miembro del Consejo de Cardenales, representando a Sudamérica”, su viaje a Roma fue para “despedirse del Santo Padre y agradecerle el fecundo trabajo que nos confió para reformar la Curia Romana”.