Los obispos de Norteamérica han manifestado su preocupación por la negación de asilo para los migrantes, luego de que el pasado 9 de noviembre el presidente estadounidense, Donald Trump, emitiera una declaratoria con la que impide dar asilo a cualquier persona que ingrese de manera ilegal al país.
A través de un comunicado, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) reiteró que, pese a ello, “la Iglesia católica continuará sirviendo, acompañando y asistiendo a todos aquellos que huyen de la persecución, independientemente de dónde busquen esa protección y de dónde son”.
El presidente del Comité de Migración de la USCCB, el obispo Joe Vásquez, de Austin, Texas; la presidenta de Catholic Charities USA, la hermana Donna Markham; la presidenta de Catholic Legal Immigration Network, Jeanne Atkinson y el presidente de Catholic Relief Services, Sean Callahan, emitieron una declaración sobre su profunda preocupación ante esta situación.
Los firmantes reiteraron que no es un delito buscar asilo, por lo que hicieron un llamado al gobierno de ese país, a fin de que busque otras soluciones que fortalezcan la integridad del sistema de inmigración existente.
Cabe recordar que el 9 de noviembre de 2018, el presidente Trump emitió un decreto en el que se advierte sobre la prohibición para recibir asilo en los Estados Unidos a cualquier persona que llegue a la frontera de Estados Unidos y México, a menos que lo solicite en un puerto de entrada de ese país, lo que constituye una “contradicción directa con la ley de asilo” de Estados Unidos existente, aseguraron los firmantes del comunicado de la USCCB.
De igual forma, consideraron que si bien existe el derecho de cada nación a regular sus fronteras, esta acción es profundamente preocupante, pues “limitará y retardará el acceso a la protección para cientos de niños y familias que huyen de la violencia en América Central, lo que podría dejarlos en condiciones inseguras en México o en situaciones de detención indefinida en la frontera entre los Estados Unidos y México”.
Por tal motivo, reiteraron que no es un delito buscar asilo, y recordaron que este derecho a buscar refugio está codificado tanto en las leyes como en los valores norteamericanos. “Instamos a la Administración a buscar otras soluciones que fortalezcan la integridad del sistema de inmigración existente, al tiempo que aseguren el acceso a la protección para niños y familias vulnerables”.
En tanto, medios de comunicación del estado de Baja California, México, reportaron que en la Garita del Chaparral, en la ciudad fronteriza de Tijuana, se encuentran ya más de dos mil migrantes centroamericanos
Estas personas, a las que no les preocupan las amenazas del presidente Trump, se anotaron en una libreta que será compartida con las organizaciones civiles que les apoyan, mismas que gestionarán el trámite de asilo, aunque para que cada persona obtenga una respuesta, podrían pasar semanas. Por lo pronto, se espera el arribo de miles de centroamericanos más durante las próximas semanas.