El arzobispo de México pide concluir el Año Litúrgico haciendo conciencia de que está en nuestra manos prolongar o acortar la vida del universo
Aunque todos los seres humanos están llamados a cuidar los ciclos de vida de la naturaleza, así como a respetar y proteger sus leyes, en esto tienen mayor responsabilidad quienes tienen puestos de gobierno o están al frente de instituciones privadas o públicas.
Así lo dijo el cardenal Carlos Aguiar Retes al celebrar la misa en la Basílica de Guadalupe, en la que reflexionó sobre la frase de Jesús en el Evangelio de este domingo: “Nadie conoce ni el día ni la hora”.
“Con estas palabras –dijo Aguiar– Jesús nos advierte que la Creación tuvo un principio y tendrá un fin, lo mismo que nuestra vida: tuvimos un principio, y tenemos la certeza de un final, pero no sabemos ni el día ni la hora”.
Ante esta advertencia, al Arzobispo de México le pareció conveniente reflexionar sobre la vida humana y la del planeta: “Una persona desordenada, que se deja llevar por los vicios o las adicciones, o por la delincuencia, la agresión o la violencia, su vida termina muy pronto. Lo mismo pasa con la Creación”.
El cardenal dijo que desde hace casi un siglo constantemente se tiene información del daño que se le genera al planeta, y el ser humano –dijo– es la única especie que tiene la inteligencia suficiente para cuidar y protegerlo, o lamentablemente, para dañarlo.
“Por eso es importante cobrar conciencia –como nos lo ha pedido el papa Francisco– en una de sus más recientes encíclicas llamada Laudato Si’, de que está en nuestra manos prolongar o acortar la vida de este universo”, añadió.
Bien dijo Jesús –continuó el Arzobispo– ‘Nadie sabe ni el día ni la hora. Solo Dios Padre’. “Igual que nuestra propia existencia, también depende de nosotros, de las generaciones actuales, prologar o no la vida de nuestro planeta, de nuestra Casa Común”.
Por ello, llamó a la comunidad católica de la Ciudad de México a hacer conciencia de la importancia que tiene en la actualidad la llamada la ‘cultura ecológica’, que “no sólo podemos adquirir de manera personal, sino en familia, en el barrio o en las organizaciones en las que estamos presentes”.
Consideró importante que al final de Año Litúrgico, que culminará el próximo domingo en la fiesta de Cristo Rey, todos los fieles hagan un examen de conciencia en este sentido: “¿Cómo actúo?, ¿tengo conciencia ecológica?, ¿cuido el orden y el buen uso de las cosas que la naturaleza me proporciona?, ¿tengo el hábito de la limpieza y de no producir más basura de la indispensable? En todos estos aspectos debemos preguntarnos ¿cómo está mi conciencia y mi conducta?” Y es que –concluyó– si generamos entre nosotros esta actitud, seguramente nuestras instancias de gobierno podrán tener mayor éxito en el cuidado, al menos de nuestra patria”.