Así como lo hiciera la Asamblea Plenaria de obispos, representantes de diversas organizaciones laicales y movimientos, enviaron una carta al Santo Padre para agradecerle la beatificación de Enrique Angelelli, Carlos de Dios Macias, Gabriel Longueville y Wenceleslao Pedernera. En comunicación con Daniel Martini, director del Departamento de Laicos, nos informó sobre algunos de los argumentos que llevaron a la decisión de escribirle al Papa Francisco.
Los motivos de la carta
Martini indicó que “nos sentimos muy doloridos por los ataques que, desde algunos sectores, se realizaron a esta decisión del Papa de proclamar el martirio y la beatificación de los mártires riojanos”.
Señala que, “con Francisco se avanza en este modelo de Iglesia sinodal, en la que todos los bautizados caminamos juntos”. “Los futuros beatos: un obispo, un religioso, un sacerdote y un laico, representan a esta Iglesia sinodal, que quiere vivir el Concilio Vaticano II, que quiere ser pobre para los pobres. Para los laicos este martirio es una gracia para toda la Iglesia, pero especialmente para la Iglesia argentina”, añadió.
Por eso, “frente a las críticas de algunos sectores -continuó Martini- decidimos hacer un gesto público, fuerte y de acompañamiento, respaldo, agradecimiento y valoración a la decisión del Papa de beatificar a estos hermanos riojanos y en especial, al primer laico mártir del país, Wenceslao Pedernera”.
La figura de Wenceslao
El director del DEPLAI nos cuenta que, en lo personal, Wenceslao Pedernera era un nombre vinculado al asesinato de Angelelli. Con todo este proceso, “hemos ido conociendo la persona que está detrás, al santo de la puerta de al lado, como diría Francisco”. “Se trata de un hermano desconocido para la gran mayoría de los argentinos, pero cuando vas conociendo su vida, descubrís la entrega y la donación a los que menos tienen”, continúa.
Wenceslao tenía a su familia y era empleado de una bodega en Mendoza. Pero decide dejar todo, y como fruto de su compromiso evangelizador, acompaña un proyecto pastoral en La Rioja, que se encarna en cooperativas de trabajos rurales y en el trabajo de la Acción Católica rural, para ayudar a los más pobres, según el Evangelio.
La sencillez de Wenceslao es otra característica del “santo de la puerta de al lado”: gente que hace el bien, se dedica a vivir para los demás, en forma anónima. Dice Martini que quienes se adentren en la figura de Wenceslao, se verán interpelados y llamados a ser santos porque es una “vida extraordinaria en lo ordinario”. “Conocer la vida de Wenceslao nos hace sentir la santidad mucho más cercana y posible”, acotó.
La carta al papa Francisco
Buenos Aires, 8/11/2018
Querido papa Francisco
Los abajo firmantes, dirigentes laicos en la Iglesia argentina, asumiendo el deseo y el sentir de los fieles laicos que caminan sinodalmente en el Pueblo de Dios que peregrina en nuestra Patria, queremos abrazarlo a la distancia, pero cerca con el corazón y agradecerle la próxima beatificación del siervo de Dios monseñor Enrique Angelelli y de sus compañeros mártires, entre quienes sobresale -como un ejemplo luminoso para la Iglesia argentina y latinoamericana- la figura de Wenceslao Pedernera, que será nuestro primer laico mártir. Los cuatro futuros beatos (obispo, sacerdote, religioso y laico), juntos fueron testigos del Reino de Dios en una de las épocas más oscuras de la historia argentina y juntos murieron, dejándonos una imagen de la Iglesia sinodal, en la que todos los bautizados estamos llamados a caminar “con un oído en el Pueblo y otro en el Evangelio”, como lo decía el Obispo Angelelli, para servir a los pobres y a los excluidos.
El testimonio de Wenceslao, con su vida cotidiana y en aquella noche de 1976 en la que fue asesinado por odio al amor, nos llama a los laicos de Argentina a abrir -como él- las puertas de nuestra casa, de la Iglesia, de nuestras instituciones, de nuestras familias, para salir al encuentro de quien nos llama y nos necesita. Aunque convertirnos en una “Iglesia en salida”, nos exponga al odio, a la persecución, al sacrificio. Tal como lo ha pedido reiteradamente, preferimos ser “una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma por el encierro”.
Queremos también con este agradecimiento, en momentos difíciles cómo los que enfrenta la Iglesia, hacerle llegar la solidaridad, la cercanía, el afecto y las oraciones de todos los laicos y laicas que peregrinan en el Pueblo de Dios de su país.
Rezamos por usted y lo encomendamos cotidianamente a Nuestra Madre de Luján.
Firmantes:
- Emilio lnzaurraga, presidente, en nombre de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina.
- Santiago Tognetti y Noelia Barrera, Coordinadores Nacionales de la Comisión Nacional de Pastoral de Juventud, en nombre de los jóvenes.
- Daniel Martini, director y Patricia Fernández, vicedirectora; en nombre del DEPLAI (Departamento de Laicos de la Comisión Episcopal de Laicos y Familia).
- Rafael Corso, presidente, Claudia Carbajal y Agustín Merlo, vicepresidentes; en nombre de la Acción Católica Argentina.
- Marcela Mazzini, responsable del Area Mujeres del DEPLAI, en nombre de las mujeres laicas.
- Pino Scafuro de la Renovación Carismática Católica, Responsable de la Mesa de Movimientos, Instituciones y Nuevas Comunidades del DEPLAI, en nombre de todas las organizaciones que la integran.