Benedicto XVI aboga por el diálogo y no por la misión con los judíos. El papa emérito, pese a que se mantiene en un segundo plano, ha querido escribir un artículo de corrección sobre un artículo divulgado en septiembre en que el se afirmaba que Joseph Ratzinger estaba a favor de misionar a los judíos y había cuestionado el diálogo judeo-cristiano. “Cualquier afirmación de este tipo es clara y simplemente errónea”, ha expresado en la revista de teología alemana Herder Korrespondenz.
Según sus palabras, “el judaísmo y el cristianismo representan dos formas de interpretar las Escrituras”. Y continúa, como recoge The Tablet, dejando claro que “la misión de los judíos no estaba prevista ni era necesaria por la sencilla razón de que ya conocían al ‘Dios desconocido’. En lo que respecta a Israel, no es una misión sino un diálogo sobre si Jesús de Nazaret es ‘el Hijo de Dios, el Logos’ para quien, de acuerdo con las promesas de Dios a Israel, y sin saberlo toda la humanidad, está esperando”.
Vuelve Duterte. El presidente de Filipinas carga de nuevo contra la Iglesia. “Cuando alguien se bautiza, tienes que pagar; cuando alguien muere, tienes que pagar. Construye tu capilla en tu propia casa y reza allí. No tienes que ir a la iglesia para pagar por estos idiotas –en referencia a sacerdotes y obispos–”, dijo en un discurso de ayer 26 de noviembre, según informan los medios locales y recoge ACI Prensa.
Las descalificaciones a la Iglesia por parte de Rodrigo Duterte, acusado de atentar contra los derechos humanos por la represión contra el narcotráfico, se repiten en el tiempo. El pasado 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, se preguntó: “¿Quiénes son esos santos estúpidos? Solo son borrachos”. Al tiempo, pidió que se encomendaran a él: “Solo quédate conmigo. Toma una foto mía y colócala en el altar: santo Rodrigo”. Meses atrás, en agosto, se ofreció a “dar una patada” a cualquier obispo. Mientras, en junio, dijo que Dios es “estúpido”.
“Francisco es casi obsesivo en señalar el exceso de críticas como uno de los males mayores de la Iglesia porque crea mucha desunión y provienen no de un espíritu de comunión y de amor, sino de una especie de despecho interior que se proyecta sobre los demás y eso nunca hace bien, no es constructivo”. Así lo expresa el jesuita Germán Arana en conversación con el Semanario Diócesis de Málaga.
“La revista Vida Nueva lo define como ‘el jesuita español de absoluta confianza de Francisco’, ¿cómo es mantener una conversación con el papa Francisco?”, le preguntan. A lo que responde: “Pues es muy fácil, es gratísimo conversar con él. Hablar con el Papa es lo más agradable de este mundo, es un gran conversador, una persona que establece una relación personal muy cercana y abierta con una gran cordialidad y tiene un fortísimo sentido del humor, lo cual hace muy agradable el encuentro”. Y añade: “Yo he conversado con él sobre circunstancias muy duras de la vida de la Iglesia y de problemas señalados y siempre he encontrado en el Papa la roca de la fe. Es un hombre de una gran fortaleza interior y de una profunda paz y todo esto le viene solo de una vida interior muy fuerte”.
Sobre la realidad de la Iglesia hoy, reconoce que “el pueblo de Dios necesita sacar la cabeza”, porque “estamos demasiado apesadumbrados por los problemas, por las dificultades de la evangelización, por el cambio de percepción de la vida en la Iglesia, en la imagen pública, en la sociedad…”. Y continúa: “Hemos recibido el Evangelio para entregarlo con la mayor limpieza a los demás, pero con la convicción de que está vehiculado por la misma fuerza de Dios y eso nos hace vivir en una profundísima esperanza. Tenemos que dejar de ser lloricas”.