Julián Barrio ante el Consejo de Europa: “El Camino de Santiago ha generado una Europa más abierta”

  • El arzobispo de Santiago de Compostela afirma que “la ruta jacobea y el Viejo Continente forman un todo inseparable”
  • “El peregrino contribuye a la construcción de la única Europa posible: la que tiene una referencia espiritual con sus principios morales y sociales”

peregrino camino de Santiago con mochila y concha de vieira

Julián Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela, ha afirmado hoy, 27 de noviembre, en una conferencia sobre el Camino de Santiago en el Departamento de Cultura del Consejo de Europa de Estrasburgo, que “el cristianismo ha configurado una Europa abierta”. A su vez, agregó que “la peregrinación jacobea descubre que el cristianismo ha configurado una Europa que puede integrar nuevos elementos”.

Como consecuencia, Europa “debe ser un continente abierto y acogedor, que continúe realizando en la actual globalización no sólo formas de cooperación económica, sino también sociales y culturales”. “El Camino de Santiago y el continente europeo forman un todo inseparable en el fondo de nuestra historia milenaria”, añadió. Por este motivo “no es posible pensar en Europa” sin tener en cuenta el intercambio “generado por la peregrinación
jacobea y su camino”.

Para señalar el papel del Camino en Europa, Barrio recurrió a las palabras de Juan Pablo II, en las que afirma que “Europa entera se ha encontrado a sí misma alrededor de la memoria de Santiago, en los mismos siglos en los que ella se edificaba como continente homogéneo y unido espiritualmente”. Subrayó, además que “el peregrino jacobeo contribuye efectivamente a la construcción de la única Europa posible: la que tiene una referencia espiritual con sus principios morales y sociales, su cultura, su arte y su sensibilidad, es decir que tiene sus raíces en la tradición cristiana”.

Necesidad de “cimientos sólidos”

Desde el punto de vista antropológico, Barrio definió el Camino como “una expresión temática del ser humano, que es un ser peregrinante hacia alguien, hacia algo”. Una realidad que se hace visible, día tras día, en que “cuanto más rápido camina la humanidad, mayor es la necesidad de sentir cimientos sólidos”. “Parece que los lugares de peregrinación, y en particular el de Santiago de Compostela, responden a esta profunda necesidad antropológica… el hombre no está completo hasta que se encuentra a sí mismo”, apostilló.

Para concluir, el obispo abogó por una “nueva Europa del espíritu”, en la que se recupere la herencia de los pensadores cristianos. Recordó, para ello, la reflexión de Thomas S. Eliot, para quien “un europeo puede no creer en la verdad de la fe cristiana, pero todo lo que dice, cree y hace, surge de la herencia cultural y cristiana y solo adquiere significado en relación con este legado. Si el cristianismo desapareciera, toda nuestra cultura desaparecería con él”.

Noticias relacionadas
Compartir