“Parece que, si todo está bien, Newman podría ser canonizado el próximo año”. Así lo ha afirmado el obispo de Portsmouth (Reino Unido), Philip Egan, tras recibir una copia de la ‘relatio’ sobre el milagro atribuido a la intercesión del beato John Henry Newman. Según pública Catholic Herald, la canonización podría tener lugar al concluir la Pascua de 2019.
El milagro sería la curación de una embarazada estadounidense que rezó pidiendo la intercesión del cardenal tras recibir un diagnóstico muy grave. Los médicos aún no se explican cómo la mujer, de la Archidiócesis de Chicago, pudo recuperarse.
John Henry Newman nació en Londres el 21 de febrero de 1801. En 1824 fue ordenado sacerdote de la Iglesia anglicana. En 1843 se retractó formalmente de sus palabras contra la Iglesia Católica, pues llegó a afirmar que el papa era el anticristo. Dos años más tarde se convirtió al catolicismo. Fue ordenado sacerdote de la Iglesia católica el 1 de junio de 1847 en Roma. Sería creado cardenal el 15 de mayo de 1879 aunque no era obispo. Newman murió el 11 de agosto de 1880. 130 años más tarde, Benedicto XVI lo beatificaría.
El secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, ha asegurado que la política necesita nuevos líderes de paz. En un encuentro celebrado ayer, 28 de noviembre, ante el Cuerpo Diplomático, el cardenal llamó a formar a los jóvenes para la política con el objetivo de que construyan la paz, colocando “al centro el bien común” y el respeto a los derechos humanos, que “tenemos el deber de proteger e implementar”.
“La política debe reencontrar su rol de mediación social para edificar el bien común y una propensión a colaborar en la búsqueda de soluciones compartidas, sea a nivel internacional en las relaciones entre los Estados o al interior de la sociedad civil contra la prevalencia de nuevas formas de odio e intolerancia”, ha manifestado. “El compromiso de la Santa Sede es el de promover el más amplio confronto posible con todos los sujetos y las instituciones que trabajan para proteger los derechos del hombre y promover el bien común y el desarrollo social”, ha continuado, como recoge Vatican News.
En el encuentro, promovido por la asociación Rondine, dos jóvenes –uno palestino y otro israelí– leyeron un manifiesto que será presentado el 3 de diciembre al papa Francisco y que posteriormente será firmado en Naciones Unidas con motivo del 70° aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La Iglesia siempre tendrá “una respuesta completamente humana y completamente cristiana a las personas vulnerables que están huyendo”, ha dicho el jesuita Michael Czerny, subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, ante la reunión de la ONU en Marrakech para adoptar un pacto mundial sobre migración, que tendrá lugar los próximos 10 y 11 de diciembre.
Francisco ya ha confirmado que no va a desplazarse, pero sí irá un delegado del Vaticano. Aunque los acuerdos no son vinculantes, hay países que ya se han desmarcado, como Estados Unidos, Italia, Hungría y Austria; otros países como Bulgaria, República Checa e Israel también pueden caerse. No obstante, según las estimaciones de Naciones Unidas, más de 170 de los 192 estados miembros asistirán.
Czerny ha expresado su apoyo a un enfoque “multilateral”, diciendo que “es una clave indispensable para resolver los problemas del mundo”, incluida la migración y el cambio climático, según informa CRUX. Dado que la Santa Sede no se involucra en las decisiones políticas locales, el objetivo principal de la Iglesia, dijo, es “promover el diálogo y no la confrontación”, y fomentar una cultura de encuentro donde el miedo no prevalezca.