El misionero español Iván Merino Padial ha sido detenido el pasado domingo acusado de haber abusado sexualmente de una niña de 12 años en Maracaibo (Venezuela). El religioso, que ha sido puesto a disposición judicial tras la denuncia, pertenece a los Agustinos Recoletos que, según han anunciado en un comunicado, desde que han conocido estos hechos han iniciado “una investigación exhaustiva sobre el asunto, según dicta el Código de Derecho Canónico, y que será elevada posteriormente a la Congregación de la Doctrina de la Fe para que dictamine lo que proceda”.
También han confirmado, las medidas adoptadas por la archidiócesis de Maracaibo, que ha suspendido al sacerdote de sus funciones ministeriales, tan como marcan los protocolos de prevención de la Santa Sede.
A raíz de estos hecho, la Orden de Agustinos Recoletos ha querido reprobar y condenar “absolutamente la conducta impropia de este religioso”. Además de pedir “perdón públicamente a la víctima, a su familia, a la Iglesia y a toda la sociedad” por la responsabilidad derivada, han manifestado su acatamiento de la legislación y reafirmado su “compromiso de colaborar en todo lo posible con la Justicia para que se esclarezca este caso”.
Además, han desmentido “como indican algunos medios, que haya habido acusaciones o denuncias de esta índole contra este religioso durante su permanencia en España”. Ya que de haber denuncias habrían actuado conforme a las disposiciones del “Protocolo de protección y prevención de la infancia y de la adolescencia” que la orden implantó en 2015.