Desde junio de 2016 y hasta septiembre de este año Cáritas Perú, con el apoyo de la red Cáritas de Alemania y España, implementó el proyecto “Fortaleciendo vidas ante el cambio climático” en el departamento Madre de Dios, en pleno corazón de la Amazonía, beneficiando a 347 familias indígenas y campesinas de 19 comunidades de la zona, con el fortalecimiento de sus medios de vida de manera sostenible y resiliente. Así lo dio a conocer recientemente el organismo eclesial peruano en su portal.
Son muchos los problemas ambientales a causa de la minería ilegal en esta zona, lo que llevó a estas organizaciones a desarrollar cerca de 300 sistemas agroforestales, como una forma de usar el suelo de mejor manera, combinando varios cultivos y asociando diferentes tipos de plantas de manera ordenada.
Sistema agroforestal, clave de la sostenibilidad
La actividad agroforestal planificada en este proyecto se realizó bajo “el enfoque de reducción de riesgos de desastres y de adaptación frente a los efectos del cambio climático”. Esto se tradujo –como señala Cáritas Perú– en la elaboración, de manera participativa, de “142 planes de manejo predial y cinco planes de vida para los sectores y comunidades nativas”.
“Los sistemas agroforestales diversificados proveen a las familias de especies de valor nutricional como el frijol de palo, maíz, yuca, uncucha, entre otros; y frutales como el plátano, huava y cítricos, garantizando su seguridad alimentaria”, ha dicho Percy Gonzales Chávez, coordinador del proyecto.
Gonzales también señaló que “se ha promovido la entrega de semillas para la producción y posterior consumo de variedades complementarias a la dieta familiar, con hortalizas como el tomate, sacha culantro, repollo, lechuga, etcétera”.
Toneladas de beneficios
Con esta iniciativa cultivaron principalmente cacao, como también diversas especies de frutales, arbustos alimenticios y árboles, que proporcionaron múltiples beneficios y productos a las familias de manera sostenible.
Se organizó la oferta productiva del cacao y copoazú (cacao blanco) –este últio en menor escala–, posicionando los productos para su comercialización tanto a nivel regional como nacional a través de la participación en ferias y otros, llegando a comercializar, como resultado de este proceso, cerca 30 toneladas de cacao y dos toneladas de copoazú al año.
Foto: Cáritas Perú.