El Nuncio del Papa en España, Renzo Fratini, ha presidido la eucaristía de apertura del Año Jubilar con motivo de la conmemoración del primer centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús que hiciera en 1919 el rey Alfonso XIII.
Con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica-Santuario del Cerro de los Ángeles de Getafe arrancó una jornada festiva en la que el ’embajador’ vaticano estuvo acompañado del obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, y su obispo auxiliar, José Rico Pavés, además del arzobispo castrense Juan del Río, el cardenal emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el obispo emérito de Getafe, Joaquín López de Andújar, el clero diocesano, autoridades civiles y religiosas –entre ellos el ex ministro Jorge Fernández Díaz–, así como miles de miles que llenaban el templo.
Durante la homilía, Fratini expuso cómo el culto al Sagrado Corazón “nos lleva al centro del Evangelio, el cual proclama la relación y el vínculo entre la persona de Cristo, que por amor nos busca y nuestras personas, que son formadas, en su trato de amistad, para que podamos creer, esperar y amar, como discípulos amados suyos”.
Con referencias constantes al adviento como tiempo que invita a “vivir de corazón en cada cosa ante Dios y nuestros hermanos”, el nuncio citó en varias ocasiones a Benedicto XVI para reivindicar la necesidad de “continuar profundizando en la relación con el corazón de Jesús” con el fin de llevar “una vida nueva en comunión con Dios y nuestros hermanos”.
Aterrizando en el contexto actual, el nuncio denunció que actualmente “se notan demasiadas crisis familiares, conflictos e indiferencias marcadas por el egocentrismo y la búsqueda obsesiva de los propios intereses”, además de “una sensación de soledad que domina el ánimo”.
Ante esto, invitó a los participantes en la misa a intensificar la relación con Jesús para aprender a “amar a nuestros hermanos, a reconocer el valor de la persona y el carácter sagrado de la vida humana, el papel central de la familia, la importancia de la educación, la promoción de la solidaridad y el bien común”.
El nuncio concluyó su homilía citando al Papa Francisco para animar a los getafenses a renovar la consagración al Corazón de Jesús como reflejo de una “riqueza espiritual, de piedad, de profundidad y de valentía” como pueblo. “A María le pido que la iniciativa dé muchos frutos en los corazones de todos y redunde para el bien de la Iglesia”, remató el diplomático vaticano.
Por su parte, en el marco de la eucaristía, el obispo de Getafe expresó que este jubileo no busca anclarse en el ayer, sino mirar al presente. “No es nuestra intención mirar al pasado con estéril nostalgia, pero sí con agradecimiento, con un corazón agradecido por los beneficios que por siglos hemos recibido del Señor y que en nuestra España se han traducido en frutos de santidad: santos confesores de la fe, santos maestros orantes, santos misioneros, santos mártires, santos de la caridad”, explicó García Beltrán.
Consciente de que “las circunstancias sociales, políticas, culturales y hasta religiosas de hoy no son las mismas de aquellas”, el prelado reivindicó la necesidad de que “permanece el amor de Dios que vemos simbolizado en su corazón y la necesidad de consagrarnos y consagrar a España a este Misterio”. “Necesitamos a Dios, necesitamos que venga con nosotros, necesitamos descansar en Él y dejar que cure nuestras heridas”, insistió.
“España es plural, que son muchos los que no creen o profesan otro credo”, subrayó el prelado, que señaló cómo “no pretendemos imponer nada, pero sí es legítimo, y para nosotros necesario, desear el bien para todos y el bien para España, y estamos convencidos de que Cristo es la Palabra, que es la respuesta”. “Por eso queremos consagrar España al Misterio de su corazón”, reiteró, explicitando que se trata de “un momento espiritual, un evento estrictamente religioso”.
Eso sí, García Beltrán expuso cómo este jubileo puede ser, además de un momento para “profesar y renovar nuestra fe”, además de “vivir la fraternidad en la caridad”. “Ojalá aprovechemos este tiempo de gracia que nos ofrece para ir a lo esencial, para no perdernos en lo que no es”, advirtió el obispo a los fieles presentes.
Parafraseando a Francisco, llamó a los cristianos de Getafe a convertirse en este año en “discípulos misioneros” en tanto que “testigos auténticos y testigos creíbles del Señor en este Sur de Madrid”. No se olvidó de citar a la madre Maravillas de Jesús, santa getafense, para recordar la importancia en este sentido de la oración, para poder repetir el popular “Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío”.
A través de un decreto apostólico, el Papa Francisco concede una indulgencia plenaria para todos los cristianos que cumplan con los requisitos habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y orar por las intenciones del Santo Padre) hasta el 24 de noviembre de 2019, festividad de Cristo Rey, cuando concluya el jubileo.
Dentro de un calendario repleto de actividades formativas y celebrativas, el acto central tendrá lugar el fin de semana del 29 y 30 de junio cuando se renovará la Consagración de España al Sagrado Corazón en un acto que se espera sea multitudinario.