Richard Jones ha vivido y trabajado en América Latina durante 28 años, de los cuales 20 ha dedicado al trabajo con el Catholic Relief Sevices (CRS), una agencia internacional humanitaria fundada en 1943 por la comunidad católica de los Estados Unidos, cuya sede está en Baltimore, Maryland, con presencia en más de 100 países del mundo, beneficiando a millones de personas en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Jones actualmente es director adjunto para América Latina y el Caribe del CRS. En conversación con Vida Nueva ha sostenido que la desigualdad sigue afectando a la población de América Latina y el Caribe, un continente que, a su juicio, sigue teniendo esperanza en medio de los fantasmas de la violencia, la migración forzada y la afectación del medio ambiente.
Detrás de las grandes obras de la Iglesia, las agencias de ayuda como la CRS se convierten en pilar fundamental para llegar a las periferias, aún cuando el mismo Jones apuesta a la fe y al compromiso por la misión, pues si los proyectos ejecutados “los vemos únicamente desde el punto de vista y financiero, hay escasez; en cambio si los vemos desde el punto de vista bíblico de panes y peces hay abundancia”.
PREGUNTA.- ¿Cómo ve los escenarios de América Latina y el Caribe?
RESPUESTA.- Entre esperanzas y sombras, hay esperanza por el compromiso grande que asumimos con los empobrecidos y excluidos de este continente. Por otro lado la situación de migrantes y de violencia en Centroamérica, México y Venezuela es preocupante. También sigue el tema de la desigualdad, sigue siendo el continente más desigual del mundo y eso sí es muy delicado.
P.- ¿Cuáles son los temas prioritarios en inversión social para América Latina por parte de CRS?
R.– En este momento estamos trabajando el tema de la violencia y construcción de paz como también el tema del medioambiente y la ecología integral. Estos son los dos temas prioritarios, de ahí se pueden desprender varias cosas pero son los dos temas macro. Y por supuesto también el tema de la migración.
P.- ¿Cómo acabar con la inequidad, la corrupción y la pobreza en este continente?
R.- CRS en conjunto con el Vaticano tiene cuatro años trabajando en reuniones con personas que tienen mucha riqueza, empresas, instituciones y Estados para ir gestando planteamientos de inversión de impacto, de donde pueden salir recursos e incentivar la inversión misma en los países.
El Vaticano ha estado construyendo algunas innovaciones para que haya recursos, pero creo que es necesario que particularmente desde las parroquias se pueda motivar la gestión de sus propios recursos, que también les daría autonomía.
P.- ¿Qué ha ocurrido con los proyectos de pastoral en el continente y los recursos disponibles?
R.- Quiero decir dos cosas sobre los recursos. Si lo vemos únicamente desde el punto de vista financiero, hay escasez; en cambio si lo vemos desde el punto de vista bíblico de ‘panes y peces’, hay abundancia. Creo –desde un punto de vista pastoral– que hay que llevar ‘panes y peces’, porque la riqueza viene desde las comunidades. Si lo vemos desde el dinero, siempre hará falta todo, si lo vemos desde lo que hay en las comunidades, no hace falta mucho, solo hay que ir a descubrirlo.
Ahora, en el tema de financiamiento muchos donantes están dirigiendo los recursos a África que es el continente más pobre y con muchísimos problemas, por tanto es justo. Por otro lado los donantes quieren todo grande y a escala, los gobiernos quieren resolver los problemas grandes y resolverlos ya. Financiar pequeños proyectos no lo ven viable, quieren ver que usted va a resolver todo y gobiernos que históricamente han financiado, como la Unión Europea y EEUU, ya no lo están haciendo mucho.
P.- ¿A qué responde eso?
R.- Consideran que hay riqueza en América Latina y quieren un pacto fiscal diferente para que los mismos estados recolecten el dinero para servir a su propio pueblo y que no se dependa de ellos, por ello esto hay que verlo como una oportunidad de dar desde aquí, desde nuestras comunidades y desde las riquezas que existen.
P.- ¿Qué propuestas tienen desde la CRC de cara a la sostenibilidad?
R.– Hemos venido trabajando con varias experiencias latinoamericanas en las cuales las Cáritas particularmente ha ido autogestionando recursos de diferentes maneras y apoyamos estas formas para que gestionen y obtengan sus propios recursos.
Por otro lado estamos fomentando la incidencia desde el Estado, porque este tiene la potestad de tutelar en materia de derechos humanos, de invertir y contrarrestar la pobreza de la ciudadanía, y debe ser desde allí que hay que incidir en ellos para que cumplan su responsabilidad.
Asimismo estamos explorando otros tipos de inversión de impacto, de bonos y otras cosas que pueden usarse para generar recursos, pero este tipo de propuestas requiere del Estado, la sociedad civil y muchas veces del sector privado. Hay que ir buscando nuevas formas para lograr la autosostenibilidad.
P.- ¿En cuáles países CRC está presente con mayor fuerza?
R.- Estamos en México, Centroamérica, Haití y en América del Sur. Estamos sobre todo apoyando el tema de los refugiados venezolanos y, por otro lado, trabajando con la REPAM.
P.- En el caso específico de Venezuela, ¿han hecho alguna incursión en ese país?
R.- Estamos fortaleciendo a la propia Cáritas. No estamos allí físicamente pero hay agentes nuestros que van a apoyar y de este modo ayudamos desde la CRS, pues por ser una organización estadounidense no nos dejan entrar y es por ello que a través de otras organizaciones podemos entrar.
Foto: CRS