El Arzobispo de Monterrey aseguró que privilegiará el espíritu de sinodalidad con los obispos, siempre respetando sus directrices en sus respectivas Iglesias particulares
Durante los próximos tres años al frente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el nuevo presidente del organismo Rogelio Cabrera López, mantendrá una profunda reflexión sobre las enseñanzas del papa Francisco, “para aplicarlas a nuestra Iglesia en México”.
En entrevista para Vida Nueva, el también Obispo de Arquidiócesis de Monterrey, se refirió a las que dijo son su “tareas”; entre ellas, invitar a sus hermanos obispos a colaborar “sin servilismos ni complicidades, con las autoridades civiles, y a mantener una escucha permanente de lo que nuestros fieles quieran decirnos”.
De igual modo, manifestó que coordinará los trabajos colegiados “y con espíritu de sinodalidad con mis hermanos obispos, respetando sus directrices en sus respectivas iglesias locales; además de reaccionar con prontitud a las urgencias que se nos vayan planteando”.
A diez días de haber tomado posesión el nuevo gobierno de izquierda en México, el Presidente de la CEM dijo ver al nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador “con esperanzas, mismas que tiene una gran parte del pueblo mexicano”.
Sin embargo –añadió- “y como con todos los gobernantes que inician sus mandatos, existen también voces opositoras que se necesita escuchar y respetar. Los obispos mexicanos no tenemos prejuicios sobre el camino que seguirá la próxima administración. Trataremos de colaborar con ella en aquellos asuntos que nos son comunes, pero sin perder nuestro sentido crítico contra lo que consideremos pueda afectar a nuestro pueblo”.
Con relación, al nuevo contexto político entorno al que trabajarán los obispos de México, Rogelio Cabrera admitió que será “difícil, con muchas presiones internas y externas hacia el nuevo régimen”.
No obstante, insistió en que “nosotros seguiremos invitando a los fieles a seguir participando en política, en aquellas cosas que les corresponden, entendiendo que la fe tiene una profunda dimensión social. No esperamos privilegios del nuevo gobierno, pero tampoco persecuciones. Ofrecemos colaboración, pero no colaboracionismo. Respetaremos y exigiremos respeto. Sin embargo, no seremos oposición irracional ni muro de contención”.
El Presidente de la CEM manifestó que si bien los principales ejes de trabajo de su mandato en la CEM serán los pobres-migrantes, los jóvenes y los sacerdotes, la iglesia en México tiene muchos desafíos.
“En nuestro Proyecto Global de Pastoral 2031/2033 (PGP31/33) expresamos algunos: el cambio epocal, una crisis antropológico-cultural, el relativismo, la ecología, las tecnologías de la comunicación, el arribo de inéditas espiritualidades, crisis de sentido, migración forzada, nuevas ideologías que afectan a la familia, el rol de la mujer, las megatendencias, la pobreza creciente y sus consecuencias, los pueblos originarios, la corrupción e impunidad, la democracia y participación ciudadana, la salud, el debilitamiento de la fe en algunos sectores de nuestro pueblo, construir una iglesia pobre para los pobres, la generación de esperanza, etcétera”.
El obispo Cabrera recordó que en el mencionado PGP31/33 se plantearon seis opciones que buscan responder a los desafíos mencionados. “Queremos optar por una iglesia: que anuncia y construye la dignidad humana; comprometida con la paz y las causas sociales; pueblo; misionera y evangelizadora; compasiva y testigo de la redención y que comparte con los adolescentes y jóvenes la tarea de hacer un país lleno de esperanza, alegría y vida plena”.
Finalmente, el obispo Cabrera pidió a todos los fieles rezar por su mandato que apenas inició el 13 de noviembre, en sustitución del cardenal Francisco Robles Ortega.