“Que se distribuya mejor el agua y se gestione de forma sostenible y racional”. Con estas palabras, el Papa Francisco ha querido hacerse presente en la jornada de estudio “Agua, agricultura y alimentación. Construyamos el mañana”, promovida en Madrid por el observador permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA, Fernando Chica. Apadrinada por la FAO y en colaboración con la Universidad Politécnica, el foro ha estado apadrinado por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.
En un mensaje especialmente crítico, Francisco defiende que “el agua es primordial y, sin embargo, por desgracia, no todos tienen acceso a ella”. Así, lamentó cómo “en no pocas regiones de nuestro planeta, donde el agua está contaminada, se acumulan las basuras, la deforestación avanza, el aire está viciado y el suelo acidificado”.
Una mejor distribución de los bienes
Consciente de que la falta de acceso al agua potable trae consigo el hambre y la pobre, el Papa denuncia en el documento que “para erradicar estas lacras, bastaría eliminar injusticias e inequidades y poner en su lugar políticas previsoras y de largo alcance, medidas eficaces y coordinadas, de modo que a nadie falte el pan cotidiano ni carezca de aquellos medios que son precisos para existir”.
Entre otras medidas, Francisco propone “educar a los niños y a los jóvenes a nutrirse sanamente, no simplemente a comer”, así como “desengancharse del consumismo frenético y compulsivo y hacer de la mesa un lugar de encuentro y fraternidad”.
Preservar los ecosistemas
A partir de ahí, el Papa ha invitado a los participantes a promover “el cuidado y protección del medio ambiente, custodiando su belleza, preservando la copiosa variedad de los ecosistemas, cultivando los campos con esmero, sin avidez, sin ocasionarles daños irreversibles”.
Para ello, Bergoglio hace un llamamiento a la responsabilidad para “no quedar atrapados en cálculos mezquinos que impidan ayudar a los menos favorecidos, a quienes se ven privados de lo más básicos”. Así, instó a las autoridades pertinentes a tomar “decisiones acertadas y se pondrán unas bases sólidas para edificar una sociedad justa e inclusiva, donde nadie quede atrás”.
Los derechos fundamentales en el centro
“Una sociedad que sitúe a la persona humana y sus derechos fundamentales en el centro, sin dejarse arrastrar por intereses cuestionables que solo enriquecen a unos pocos, lamentablemente siempre a los mismos”, completa Jorge Mario Bergoglio en el documento.
Aludiendo al lema del encuentro, el Papa señaló cómo el término ‘construir’ encierra “un sentido de positividad, la aportación de un beneficio, la apertura al otro, la reciprocidad y la colaboración. Estas claves no han de olvidarse, pues el mañana que todos queremos únicamente podrá ser el resultado de una cooperación leal, solidaria y generosa”.