El Papa rechaza la pena de muerte por ser “contraria al Evangelio”

  • “Necesitamos una justicia que además de padre también sea madre”, dice Francisco durante una audiencia con los miembros de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte
  • También arremete contra las cadenas perpetuas, pues “quitan la posibilidad de una redención moral y existencial”

Primer plano del Papa Francisco

“Necesitamos una justicia que además de padre también sea madre”. El papa Francisco recurrió a esta imagen en la audiencia que mantuvo en el Vaticano este lunes 17 de diciembre con los miembros de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte. El encuentro estuvo marcado por la reciente modificación del Catecismo de la Iglesia católica para no contemplar el recurso a la pena capital en ninguna situación. El Pontífice improvisó una alocución ante los presentes, a los que entregó el discurso que tenía preparado y que la Santa Sede considera publicable.

“Desde el principio de mi ministerio he trabajado en diferentes niveles por la abolición universal de la pena de muerte”, dijo el Pontífice, destacando cómo la nueva redacción del Catecismo expresa “el cambio en la conciencia del pueblo cristiano, que rechaza una pena que lesiona gravemente la dignidad humana”. Se trata de un castigo “contrario al Evangelio” porque suprime una vida que “a ojos del Creador” es siempre “sagrada”.

Mentalidad legalista

La modificación del Catecismo “supone también asumir nuestra responsabilidad sobre el pasado y reconocer que la aceptación de esa forma de castigo fue consecuencia de una mentalidad de la época, más legalista que cristiana, que sacralizó el valor de leyes carentes de humanidad y misericordia”.

El Papa arremetió igualmente contra las cadenas perpetuas, pues “quitan la posibilidad de una redención moral y existencial, a favor del condenado y en la comunidad”. Son, en definitiva, una suerte de “pena de muerte encubierta”. Para Francisco resulta intolerable tanto “quitarle la vida a alguien” como negarle la esperanza de “redención” y de poder reconciliarse con las personas de su entorno.

Las causas del delito

El discurso de Jorge Mario Bergoglio incluyó un nuevo llamamiento a los países que continúan aplicando la pena de muerte para que “adopten una moratoria con miras a la abolición de esta forma cruel de castigo”, mientras que invitó a las naciones que no han abolido la pena capital pero no la aplican a que “continúen cumpliendo con este compromiso internacional”.

Francisco aprovechó para llamar la atención sobre “las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, que son un fenómeno lamentablemente recurrente en países con o sin pena de muerte legal”. Propuso finalmente tener una “mayor comprensión” de las causas y del contexto social de quienes violan la ley sin olvidarse del “padecimiento” de las víctimas.

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