La Arquidiócesis de Xalapa asegura que las Posadas son una oportunidad para que los mexicanos vivan la solidaridad; del 16 al 24 de diciembre los feligreses se reunirán en el templo parroquial, en las capillas o con sus familias, donde “hay lugar para la convivencia y para la caridad”, asegura el sacerdote José Manuel Suazo.
Una oportunidad para el encuentro
El director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa resaltó la importancia de las Posadas, ya que –dijo– son momentos que producen la experiencia del encuentro y el sentimiento de la alegría, además de que “permiten vivir la experiencia de comunidad”.
Asimismo, consideró que durante las Posadas “se viven verdaderos momentos de humanidad… Normalmente las posadas permiten compartir los tradicionales envueltos, algunos alimentos y bebidas calientes. Muchas veces en las Posadas hay también piñatas, y si es la estrella de siete picos, da la oportunidad para hacer una lectura de fe. Cada pico representa un pecado capital que con sus vivos colores seduce al alma para apartarla de Dios y llevarla al pecado”.
Una experiencia de compartir
Son momentos –agregó- que favorecen la unidad, la armonía y el acercamiento con los demás, por lo que confió en que el periodo de las Posadas, “nos lleve a una mejor preparación de la Navidad, nos permita contemplar el nacimiento de Jesús mediante la escucha de la Palabra de Dios, la oración, la experiencia de compartir y de vivir momentos de una sana alegría”.
Finalmente, expresó que las Posadas son una bella ocasión para vivir algunos aspectos importantes de la vida cristiana; “en ellas se escucha la Palabra de Dios que nos narra los momentos previos al nacimiento de Jesús. Se tiene ocasión para hacer un momento de contemplación y de oración pues según las estaciones que se vayan celebrando se da la ocasión para poner en las manos de Dios diversas necesidades”.
Las Posadas en México
Las Posadas en México coinciden con la novena de Navidad, nueve celebraciones que tienen como objetivo preparar el espíritu para recibir al Niño Jesús. Por esta razón, las Posadas comienzan el 16 de diciembre y concluyen el 24 de diciembre, en Noche Buena.
La celebración consiste básicamente en realizar una procesión –por lo general en el exterior de las iglesias o de las casas particulares– donde se lleva en andas a los santos Peregrinos, María y José, recordando su peregrinar de Nazaret a Belén.
Durante la procesión, los fieles, acompañados con velas, caminan detrás de los santos Peregrinos rezando el Santo Rosario o cantando la Letanía. Al término de la procesión, se ingresa al templo o a la casa y se realiza un pequeño convivio en el que las piñatas juegan un papel muy importante.