En ‘Biografía del silencio’ (Ediciones Siruela), Pablo d’Ors, sacerdote, escritor y articulista de Vida Nueva recoge sus primeros cinco años de práctica como meditador. “Llevaba un diario en el que apuntaba lo que iba sintiendo en las sentadas, así que más que escribir el libro quité toda la paja y llegué a la quintaesencia de lo que quería transmitir”, dice en una entrevista publicada por el diario La Razón. Gracias al éxito comercial del libro, con más de 150.000 ejemplares vendidos, ha nacido ‘Amigos del Desierto’, una red de meditadores en la que d’Ors enseña a creyentes y no creyentes a llevar a cabo una práctica espiritual enraizada en el cristianismo oriental.
“La meditación es una práctica de silenciamiento y quietud”, dice el autor, añadiendo que, en el mundo de hoy, el silencio interior es “una necesidad de primer orden”. Y, precisamente por esta necesidad, el autor cree que el éxito del libro se debe a que se publica “en un momento en el que crecía claramente el interés por la meditación”. Una práctica espiritual que construye su prestigio “sobre el desprestigio de la religión”. “Sin embargo, el hecho de que muchas personas hayan abandonado las formas religiosas no quiere decir que su sed espiritual esté saciada o anulada”, apostilla. Más bien, este deseo “persiste y hay que buscar nuevas formas de alimentarlo”, y precisamente la meditación “es una de ellas”.
“Suelo decir que la religión es la copa y la espiritualidad es el vino, y que lo que nos sacia realmente es el vino”, explica. Por este motivo, d’Ors considera que “los cristianos nos hemos quedado en la copa”, dejando que las formas, “necesarias para ir al fondo de la cuestión” hayan dejado de “ser el cauce” para reducirse “a sí mismas”. “No es malo el rito, sino el ritualismo”, dice, ya que “la gente no siente que eso les alimente”. “A esto se suma que el lenguaje tanto verbal como gestual del cristianismo no responde a la sensibilidad ni a la cultura contemporáneas”, señala.
La Conferencia Episcopal Belga ha reaccionado, por medio de un comunicado, a la la condena al sacerdote alexander Stroobandt por el Tribunal de Brujas a un mes de prisión por no asistir a una persona en peligro. El tribunal descubrió que este capellán de un asilo de ancianos no notificó a las autoridades pertinentes que un hombre le contó su intención de suicidarse.
Según informa Cathobel, el tribunal entiende que el secreto de confesión puede compararse con el secreto profesional, pero no debe ser absoluto ya que “es deber de todos dar asistencia a los demás”. El abogado de Stroobandt ya ha recurrido la sentencia.
Durante la sesión de control al gobierno de la Cámara Baja, José Guirao, ministro de Cultura ha señalado que “el Gobierno tiene que ser neutral” con respecto a la Navidad, porque “la Constitución dice que España es aconfesional“. “Así que en esta Navidad también cantaremos villancicos”, ha dicho. Por este motivo, ha añadido que no va a eliminar los belenes “ni va a nadar contra la corriente mayoritaria”.
De esta manera el gobierno de Pedro Sánchez constata que va a respetar las tradiciones navideñas católicas en los espacios públicos. Sin embargo, la diputada del PP Silvia Valmaña ha acusado al gobierno socialista de “conculcar” de forma reiterada “la libertad religiosa de muchos españoles”. Una libertad que, a su parecer, “no es comparable con la libertad de quienes no profesan ninguna religión”.