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Red CLAMOR Ecuador: “Aspiramos a que el año que viene construyamos sociedades incluyentes y justas”

  • Las organizaciones eclesiales que hacen parte de la red manifiestan su preocupación ante “millones de personas que se han visto en la necesidad de salir de sus países por falta de garantías”
  • La Iglesia pide a los gobiernos soluciones duraderas e invita a la ciudadanía acabar con el flagelo de la xenofobia





“Aspiramos a que el año que viene construyamos sociedades incluyentes y justas”. Con esta apuesta, la Red CLAMOR capítulo Ecuador dio a conocer sus reflexiones y análisis a través de un comunicado, en el marco de la conmemoración del día internacional del migrante, ayer 18 de diciembre.

Algunas organizaciones como Cáritas, Misión Scalabriniana, el proyecto Puentes de Solidaridad, la dimensión de movilidad humana de la Conferencia Episcopal de Ecuador y el Servicio Jesuita a Refugiados suscribieron el pronunciamiento de la Red, planteando una serie de acciones urgentes con la certeza de que la migración sigue siendo “una gran tarea pendiente”.

Un año difícil para los migrantes

De acuerdo con estas organizaciones, 2018 “ha sido muy difícil para migrantes, refugiados y desplazados” en virtud de “las duras condiciones y las permanentes violaciones a los derechos humanos” que “han generado desplazamientos con altos niveles de vulnerabilidad, injusticia y sufrimiento inhumano” en toda América Latina.

Los integrantes de CLAMOR en Ecuador señalan que el éxodo masivo de venezolanos, la Caravana de Migrantes centroamericanos, el nuevo incremento del desplazamiento forzado en Colombia, la huida de poblaciones nicaragüenses, las arremetidas contra pueblos originarios en Chile son ejemplos concretos del porqué  “millones de personas se han visto en la necesidad de salir de sus países, muchas veces sin claridad de los destinos a los cuales llegar”.

La falta de plenas garantías por parte de los gobiernos para el ejercicio de los derechos humanos –a juicio de las organizaciones– incrementa la vulnerabilidad al migrar y “afecta con mayor medida a mujeres, niñas y niños, población con discapacidad, grupos GLBTI, pueblos afrodescendientes e indígenas, entre otros”.

Sin soluciones duraderas

Las organizaciones eclesiales denuncian que “los gobiernos no han dado soluciones duraderas e incluso se han adoptado medidas que violentan los derechos de las personas y agravan sus condiciones de vida”.

Esta vulneración de derechos fundamentales pasa por “la generación de marcos normativos e inconstitucionales hasta la adopción de estrategias de criminalización de las personas migrantes y refugiadas han sido la tónica frente a los diversos desplazamientos”, por lo cual enfatizan que “todos y todas somos migrantes” lo que implica que la migración es un derecho y por tanto “ningún migrante es ilegal”.

Si por un lado las medidas por parte de los gobiernos han sido insuficientes, la red CLAMOR de Ecuador considera que “las organizaciones de la sociedad civil han sido las únicas que han dado respuestas, claras y eficaces pero que son insuficientes frente a la gran demanda de necesidades y las mismas, muchas veces, solo han podido paliar las diferentes emergencias presentadas en la región”.

Solidaridad contra la xenofobia

Igualmente lamentan “ver expresiones de xenofobia, racismo e intolerancia en ciertos sectores de la ciudadanía latinoamericana” que –según señalan– es “aupada por grupos de poder que pretenden responsabilizar de las crisis nacionales a los propios migrantes”.

En una región históricamente “migrante” se han presentado actos de violencia “como nunca antes lo habíamos visto”. Sin embargo la red CLAMOR también reconoce “diversas muestras de solidaridad de los pueblos, que aspiramos crezcan significativamente”.  

Propuestas para 2019

De cara al nuevo año las organizaciones eclesiales presentan un pliego de demandas dirigida a los Estados receptores y a la ciudadanía, en general, que parte del “cabal cumplimiento de los derechos humanos en cada uno de sus territorios, de tal manera que las personas puedan ver la migración como un derecho y no como la última opción para salvar sus vidas”.

Es también imperativo adoptar diversos instrumentos internacionales como la convención de derechos de los trabajadores migratorios y sus familias, la convención de derechos de los refugiados y su protocolo, la declaración de Cartagena, al igual que las amnistías migratorias, la flexibilización de las condiciones para la regularización.

La red CLAMOR ha solicitado a los gobiernos que permitan la participación activa de las organizaciones de la sociedad civil raíz, destacando “su capacidad  de generar propuestas amplias y con respuestas efectivas”. En este mismo orden de ideas pide a los ciudadanos sumar esfuerzos para fomentar la solidaridad con los migrantes y refugiados en atención al llamado del papa Francisco.

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