México

El Arzobispo de Acapulco: “Que la Nochebuena haga callar el ruido de las armas asesinas”

  • Leopoldo González dedicó su mensaje de Navidad a las víctimas del crimen organizado en esa ciudad, considerada la tercera más violenta del mundo
  • Pide al pueblo acapulqueño ser solidarios con todos aquellos que viven el vacío de un ser querido que fue asesinado, desaparecido o secuestrado





El Arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, hizo un llamado a la comunidad católica acapulqueña a ser eco del anuncio del Ángel en Belén, de tal manera que con su cercanía y afecto lleven consuelo a las víctimas de la violencia en esta temporada navideña, al tiempo que hizo votos para que la Nochebuena haga callar el ruido de las armas en esa entidad.

Acapulco es considerada la tercera ciudad más violenta del mundo. Tan solo de enero a octubre del 2018 se registraron 694 asesinatos.

En su mensaje adelantado con motivo de la Navidad, deseó “que el Niño Jesús sea una muy delicada expresión de la ternura de Dios para todas aquellas personas que viven el vacío de su ser querido que fue asesinado, desaparecido, secuestrado; o sufren el triste desamparo de mirar a su familia extorsionada o injustamente obligada a abandonar su hogar”.

“No teman”

Tras asegurar que el mal ha arraigado muy hondo en el corazón de muchos hermanos mexicanos, “tan hondo que parecen completamente insensibles a lo cruel e inhumano de sus crímenes y al inmenso dolor que causan a tantas personas”; el arzobispo González lamentó que a los criminales no les preocupe ni la justicia humana ni la divina.

En este sentido, hizo votos de manera especial para que la Nochebuena “haga callar el ruido de las armas asesinas. Que el Señor nos ayude a cumplir su sueño para nosotros: que ‘las espadas se conviertan en arados y las lanzas en podaderas’. Que nuestra fuerza, nuestro poder, nuestro saber sean fuente de vida para todos. Sólo así podremos construir la esperanza que tenemos de una patria mejor”.

Se dirigió también a los servidores públicos responsables de procurar la justicia y de cuidar la vida y los bienes de los ciudadanos en el estado de Guerrero: “Que de esta palabra, ‘No teman’, todos nos hagamos eco: que para nadie seamos una amenaza, que al encontrarnos nos saludemos o nos reconozcamos inclinando la cabeza o sonriendo, y de esta manera nos digamos: ‘No temas, estoy contigo’”.

El amor del Niño Dios nos libera

El arzobispo afirmó que el “pequeño Niño puede salvarnos del mal tan grande que nos oprime e intenta destruirnos”, y explicó que Jesús “salva haciéndonos un espacio en su amor y venciendo el mal a fuerza de bien. Acerquémonos al Belén y contemplémoslo dormido en el pesebre”.

“En Navidad –concluyó– el amor de Dios se desborda: Dios nos hace un espacio en Él, haciéndose uno de nosotros… Se hizo uno como nosotros, en todo igual excepto en el pecado. Vino al mundo en la pequeñez con que cada ser humano hemos venido… Nadie tenga miedo de tomar este Niño en sus brazos y acercarlo a su corazón: no nos quita nada de lo que hace la vida libre, bella y grande. Al contrario, su amor nos libera de lo que hace inhumana la vida: ‘el dominio de la corrupción, el quebrantamiento del derecho y la arbitrariedad’”.

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