La Nochebuena llegó cargada de ‘buenas noticias’ de solidaridad y esperanza para cientos de venezolanos en situación de migración que se encuentran en la ciudad fronteriza de Cúcuta. Desde el viernes 21 de diciembre y hasta el domingo 23, el Nuncio Apostólico de Colombia, el argentino Luis Mariano Montemayor, visitó las ‘periferias físicas y existenciales’ de este pueblo migrante, entregando en nombre del papa Francisco tres toneladas de alimentos en mercados.
En su paso por la ciudad Montemayor, arzobispo titular de Illici, junto con los obispos de la frontera, Víctor Manuel Ochoa Cadavid, de Cúcuta (Colombia), y Mario Moronta, de San Cristóbal (Venezuela), fue testigo del apoyo humanitario y espiritual de la Iglesia al visitar algunas de sus obras más representativas, como la casa de paso ‘Divina Providencia’, donde además se integró al equipo de voluntarios que diariamente entrega cerca de 3.000 almuerzos a los migrantes venezolanos (ver foto).
La escena se repite permanentemente desde que inició el éxodo venezolano. “Es una bendición de Dios el poder tener un obispo, unos sacerdotes y unos laicos que sin ningún interés están ayudando a tantos hombres y mujeres venezolanos”, ha dicho el obispo de San Cristóbal, según ha reseñado el portal de la diócesis de Cúcuta.
El Nuncio Apostólico, por su parte, invitó a perseverar en la solidaridad al manifestar que “el Santo Padre agradece de corazón el gran esfuerzo que están haciendo, agradece a Colombia por su política de puertas abiertas… somos todos pueblos hermanos y a mí como argentino me duele en el alma ver un pueblo latinoamericano tan abatido como el venezolano”.
En su recorrido por el puente internacional Simón Bolívar –por donde no cesan de ingresar los migrantes al país–, lo mismo que por el Centro de Evangelización padre Luis Variara, el Centro de Migraciones de la Diócesis de Cúcuta y el Hogar Casa de Nazareth, de las Hermanas Misioneras de la Caridad, entre otros, el representante del Papa en Colombia pudo palpar algunas de las realidades que golpean a la población venezolana en situación de desplazamiento, pobreza y enfermedad.
Antes de su regreso a Bogotá, donde se encuentra la sede de la Nunciatura Apostólica, Montemayor celebró la eucaristía en la catedral de San José, en el centro de Cúcuta, asegurando que “desde la Santa Sede seguirán trabajando para que no falten los recursos”, y exaltando “el esfuerzo de muchas asociaciones católicas y agencias internacionales que han expresado su solidaridad y generosidad con esta obra de caridad”.
Foto: Centro de comunicaciones diócesis de Cúcuta.