Por primera vez en sus 41 años de historia, Madrid acoge el Encuentro Europeo de Jóvenes ,que, organizado por la comunidad de Taizé, se desarrollará del 28 de diciembre al 1 de enero con una serie de talleres y encuentros de oración, y en el que está previsto que participen más de 13.000 chicos y chicas llegados de todos países europeos, la mayoría desde Polonia.
“Es una alegría estar en Madrid para este encuentro, que es una peregrinación de confianza, porque no queremos solo discutir y lamentarnos sobre la falta de confianza en el mundo, sino que queremos ser un signo de que la confianza entre las generaciones y los pueblos es posible”, señaló el hermano Alois, superior de esta comunidad ecuménica durante la presentación de este evento, celebrada en la mañana de este miércoles 26 de diciembre en Madrid.
“La Iglesia tiene necesidad de esta confianza para mostrar el mensaje del Evangelio, y también Europa tiene necesidad de esta mensaje de confianza entre los pueblos, pues vivimos una época complicada en la que muchos problemas solo tendrán solución si trabajamos de manera conjunta”, añadió el sucesor el hermano Roger, a quien acompañaba el cardenal arzobispo Madrid.
Precisamente a Carlos Osoro agradeció el hermano Alois la invitación para estar en esta edición de Madrid –“ya nos invitó también cuando estaba en Valencia”, y reiteró su convencimiento de que en la búsqueda del encuentro está la clave, pues “los jóvenes ya no quieren seguir una tradición, sino encontrar una convicción personal”, algo que añadió, será posible estos días “a través de las oraciones en las 170 parroquias en Madrid y, por la tarde, en Ifema, porque queremos acudir a esa fuente de confianza que es Dios”.
Osoro, por su parte, señaló que la celebración en Madrid de este encuentro “lo veo como una gracia de Dios, pues esta Peregrinación de Confianza supone también integrar la cultura del encuentro de la que habla el papa Francisco, pero un encuentro más allá de nosotros mismos, y en una hondura en donde tenemos una capacidad especial para abrazar al hermano”.
“Jesus nos pide hacer puentes, no fronteras. Y cuando esa fraternidad se logra, el mundo cambia”, abundó el cardenal de Madrid, quien, refiriéndose a las palabras sobre los jóvenes del Rey en su mensaje de Navidad, afirmó que “estoy convencido de que en la juventud está el futuro y el presente, solo hay que estar atentos y escuchar lo que nos están diciendo, como sucedió en el reciente Sínodo. No tenerlos en cuenta sería una traición, solo hacia ellos, sino a esta humanidad que quiere seguir viviendo y buscando la fraternidad y buscando puentes”.
“Los jóvenes viven un momento convulso, en donde hay mucha incertidumbre sobre su futuro, con el paro, la dificultad para planificar la vida a largo plazo, rupturas afectivas en sus familias, en sus entornos, y eso nos provoca en la Iglesia que podamos pedir a los jóvenes que se apoyen en la fe para afrontar esos problemas”, señaló el hermano Alois, quien reivindicó que “la confianza en Dios y en el resto de seres humanos puede ser una respuesta a los desafíos de esta época”.
En la rueda de prensa se preguntó cómo puede afectar a la confianza los jóvenes en la Iglesia, la crisis generada por los abusos sexuales, a lo que Osoro respondió asegurando que “el mensaje es que hay que vivir en la verdad, hay que afrontar esta cuestión con todas las consecuencias, no hay ningún miedo a saber lo que pueda existir, que no es tanto a veces como nos parece, y sabiendo que esta es una situación que no pertenece a la vida de la Iglesia, que anuncia a un Dios de la vida, no a uno manipulador y que da muerte”.
“Ya en el Sínodo sobre los Jóvenes –añadió el superior de Taizé– se vio que había una voluntad de vivir en la verdad todo lo relativo a esta cuestión, que está ligada a una cuestión más profunda, como el abuso de autoridad en la Iglesia. Y hay muchos obispos y sacerdotes que están haciendo que la Iglesia sea un lugar de compromiso y amistad, y damos gracias por eso”.
Este Encuentro Europeo de Jóvenes es una nueva etapa de la llamada Peregrinación de Confianza a través de la Tierra, iniciada por el hermano Roger, fundador de Taizé, a finales de la década de los años 70, y con esta de Madrid son ya tres ciudades españolas las que acogen la iniciativa de esta comunidad ecuménica, tras Barcelona (1979, 1985, 2000) y Valencia (2015).
De los 13.000 jóvenes, la mayoría procede de Polonia (3.500), seguido de Ucrania (2.000), Croacia (1.300), Francia (1.050), Alemania (750) y Portugal (600), y estarán atendidos, desde el 26 de diciembre, por un millar de voluntarios, que, entre otras cuestiones logísticas, ayudarán también en el reparto de 45.000 raciones de comida caliente cada día y casi ocho toneladas de pan.