El resurgimiento en el siglo XXI del autoritarismo acecha también a la Iglesia de Francisco, según denuncia el Centro de Estudios Cristianismo y Justicia en su reflexión de fin de año, en la que esta institución expresa su preocupación por el retroceso democrático a nivel global y denuncia que “la derecha eclesial y la derecha económica parecen haberse aliado para hacer caer al Papa”.
“La Iglesia liderada por el papa Francisco también se ve cubierta por las negras nubes del autoritarismo. Si su elección como obispo de Roma supuso una primavera eclesial y una vuelta a la sencillez del Evangelio, sus denuncias proféticas han generado la oposición pública y confesada de algunos grupos eclesiales”, asegura esta centro, creado por los jesuitas de Cataluña en 1981.
“Cierta extrema derecha eclesial dice comulgar con el subrayado de la misericordia del Evangelio, pero en la práctica, solo si se mantiene en un nivel genérico y abstracto”, por lo que “reacciona vehementemente cuando se trata de concretarla en colectivos equivalentes a aquellos del Evangelio: los pobres y marginados por las élites políticas, económicas y religiosas”, sostiene Cristianismo y Justicia,
Esta situación, según señala la declaración, hace que nos encontremos ante la lucha entre dos paradigmas religiosos. “Uno que busca una Iglesia elitista de los puros, que se regodean en sus capacidades para acumular méritos y, que paradójicamente, ante los casos de abusos, ocultan esa vergüenza para proteger la imagen de la Iglesia”.
Y otro paradigma “que busca un Dios evangélico que es Amor, que desarrolla la cultura del cuidado, especialmente hacia aquellos que parecen no contar y que llama al mundo a un decrecimiento económico y al cuidado del medio ambiente”.
Sin embargo, a pesar de este preocupante diagnóstico, Cristianismo y Justicia se afana también por buscar signos de esperanza y, así, ve que uno de ellos está en el hecho de que “no pocas Iglesias cristianas, ante el crecimiento de la extrema derecha, denuncian claramente su incompatibilidad con el Evangelio”.
Y gestos esperanzadores son también, según esta institución de la Compañía de Jesús, el hecho de que, “ante la dolorosa realidad de los escándalos de pederastia en la Iglesia”, el papa Francisco haya convocado para el próximo mes de febrero, en el Vaticano, “una reunión internacional sobre este tema, así como las iniciativas de diferentes congregaciones religiosas para elaborar protocolos estrictos y revisar el pasado” o que “muchas comunidades religiosas y hogares familiares se han convertido en casas de hospitalidad que acogen a personas refugiadas”.