En una lucha desatada por aferrarse al poder, el rey Herodes perpetró la matanza de cientos de niños en busca (aunque no lo supiera) de Jesús de Nazaret. Hoy, los santos inocentes son otros. Están entre nosotros, aunque muchas veces parezcan invisibles.
Jakelin
Jakelin tenía solo siete años (los había cumplido cinco días antes) cuando murió, el pasado 8 de diciembre, en un hospital de El Paso, Texas. En un intento desesperado por salir adelante, su padre y ella abandonaron su Guatemala natal y emprendieron un viaje hasta Estados Unidos cargado de espinas. Pasaron todo tipo de privaciones hasta que consiguieron cruzar la frontera estadounidense desde México. Pero una patrulla fronteriza los estaba esperando. A ellos y a otros 161 migrantes centroamericanos. A las 48 horas de ser detenidos, la niña empezó a convulsionarse. Llevaba mucho tiempo sin comer ni beber. La llevaron al hospital, pero no había nada que hacer.
Yousef
Según datos del Estado, en 2018 la cifra de menores extranjeros no acompañados (MENA) en España ha llegado a los 7.000. Un ascenso alarmante, puesto que en 2016 no llegaban a los 4.000… Tras permanecer un año en un centro de menores de Marchena (Sevilla), gestionado por la Junta de Andalucía, Yousef, salió a la calle al cumplir los 18 años. Había llegado a nuestro país en patera desde su Marruecos natal. Sin nada. Sin nadie. “Tras tres semanas deambulando por la calle, me encontré con que no tenía dónde ir. Pasé todos estos días en un parking”. Tras ser ayudado por feligreses de una parroquia local, el joven es hoy atendido por la ONG de Jerez de la Frontera Voluntarios Por Otro Mundo, que le ha ayudado a gestionar su empadronamiento. Una oportunidad para empezar. Al fin.
Hernán
El pasado 15 de septiembre, Hernán se armó de valor y publicó una carta abierta en la que denunciaba el infierno al que le sometió el sacerdote Justo José Ilarraz en el seminario de Paraná. A él y a otros seis seminaristas. En mayo, un tribunal había condenado al cura a 25 años de cárcel por crímenes pedófilos contra estos chicos. Se sentía aliviado por el respaldo de la Justicia, pero necesitaba sacar a la luz su horror: “Es tiempo de actuar, señores representantes de la Iglesia católica. Por favor, muchos fieles así lo reclaman, en anonimato, en silenciosa oración, buscando explicación de sus confusos actos, pasos erróneos, al parecer escapando de la realidad que nos toca atravesar por estos tiempos de luz. Sí. También nosotros, los bautizados abusados, estamos echando luz al camino de Dios, de la vida, de la religión. No nos maten, queremos dar vida, esperanza, vida sana, pero para eso se debe sanar desde adentro, de arriba hacia abajo, purificar, transformar, no eliminar, sino comprender y rebautizar”.
Nana
“Ellos me pusieron un cinturón con explosivos alrededor de mi cadera y me señalaron el botón que debía apretar”. Nana, nigeriana de 13 años, lo contó así hace un año en un reportaje en The New York Times junto a otras 17 menores. Todas ellas, raptadas en su día por la secta islamista Boko Haram para atentar con sus propios cuerpos, contra inocentes y desde la inocencia, habían sufrido previamente todo tipo de vejaciones y abusos. Desgraciadamente, la ruleta de odio de los terroristas no cesa.
Marta
Marta (nombre ficticio) es una de las alumnas del Colegio Quevedo, en León, que ha contado su experiencia en el “buzón emocional” puesto a disposición del centro para que todos los chicos puedan expresar cómo se sienten y si sufren algún tipo de acoso escolar o bullying. El pequeño buzón llama la atención de todos con un elocuente mensaje: “¡Es importante! Cuéntanoslo”. La iniciativa ha funcionado tan bien que los estudiantes del colegio han escrito una carta pública invitando a otros centros a sumarse a este clamor contra el silencio.