En la meditación de la segunda jornada del encuentro europeo que acoge Madrid, el religioso reflexiona sobre la importancia de recuperar la confianza en los demás y en Dios
Segunda jornada del Encuentro Europeo de Jóvenes de Taizé en Madrid. Tiempo de talleres, de compartir, de escucha… Y de nuevo, al final de la tarde, el silencio en Ifema. Momento para la meditación, en el que el hermano Alois, prior de la orden monástica que convoca este foro, alentó a los miles de peregrino a “acoger el amor de Cristo para convertirnos en artesanos de confianza y de paz, cerca y lejos de nosotros”.
El religioso, acompañado del cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, recordó que “la confianza no es pasiva”, sino que invita a estimular “la imaginación, da valor y entusiasmo para asumir riesgos”. Así, les alertó del peligro de caer en “el cansancio, los fracasos, la amistad traicionada, la violencia, las catástrofes naturales, la enfermedad” como elementos erosionadores de la confianza.
Siempre con la hospitalidad como eje vertebrador de la cita, Alois admitió ante los jóvenes que “la confianza no es ciega ni ingenua ni soñadora, sabe discernir el bien y el mal”. “Es la certeza de que, en cualquier situación, incluso en las tinieblas, un camino de vida puede abrirse”, añadió a continuación.
Tomando como referencia el “nada te turbe, nada te espante” de santa Teresa, el consagrado lanzó el reto a los asistentes procedentes de todo el continente a tomar “decisiones valientes” para vencer el miedo que también padecieron los discípulos, cuando, en medio de la tormenta, no supieron descubrir la presencia de Jesús.