Cinco días después de haber sido condenado por la Audiencia Provincial de Pontevedra a nueve años de cárcel, Miguel Rosendo, fundador de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, ha negado ser autor de un delito de abuso sexual continuado con prevalimiento y penetración hacia una seguidora de esa asociación religiosa, reconocida en 2009 por la Diócesis de Tui-Vigo como una asociación pública de fieles, por lo que ha anunciado un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
En una rueda de prensa celebrada el miércoles 2 de enero en un hotel de A Coruña, el líder de los ‘miguelianos’, como se conoce al grupo, defendió su inocencia y, entre lágrimas, calificó de “mentiras” las acusaciones. “Son mentira y me voy a defender”, señaló en alusión al recurso que ya prepara su abogada.
Rosendo, que fue absuelto del resto de acusaciones que pesaban sobre él, entre ellas, las de asociación ilícita, contra la integridad moral, coacciones y contra la libertad sexual, reiteró que “no he abusado sexualmente de nadie” y mostró su disposición a seguir llevando a cabo su labor de “obrero” para ayudar “al prójimo”, aunque matizó que que no sabe si volverá a restaurar la Orden.
“Montaje de ciertos hombres de Iglesia”
En este sentido, Rosendo pidió “perdón” a la Iglesia por el daño causado a su imagen “en todo este juego falso y lleno de mentiras”, aunque lo vinculó a un “montaje” que vinculó a “ciertos hombres de la Iglesia”, según informa Europa Press.
El sacerdote Juan Luis Castón, que le acompañaba en la rueda de prensa, fue algo más allá y puso nombre a esos “hombres”, citando al obispo de la diócesis de Tui-Vigo, Luis Quinteiro; al obispo emérito José Diéguez y al arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. “Quiero hablar cara a cara con estos obispos y que me digan lo que no fueron capaces de decirme en su momento, la red que nos echaron encima sin decir la verdad”, manifestó entonces Rosendo.
