“El Papa está con nosotros. Gracias al Vaticano y al Papa”. A través de este tuit, el barco Sea Eye, que transporta a 17 migrantes junto los 32 del Sea Watch 3, que permanecen vagando por el Mediterráneo sin puerto de destino desde que les rescataran el 22 de diciembre, agradecieron el gesto de Francisco durante el rezo del ángelus del domingo.
Y es que, desde los palacios apostólicos, el Papa lanzó un grito a los mandatarios europeos para que reaccionasen con “solidaridad” ante este drama humanitario. “Estamos muy preocupados, porque tememos que algo pueda suceder en cualquier momento, y no podemos continuar así más días”, asegura la portavoz del Sea Watch 3, Giorgia Linardi, consciente de que a los hombres, mujeres y niños que están a bordo les están haciendo mella esta situación de inseguridad.
“La situación a bordo se está volviendo cada vez más inestable, y el nivel de estrés está aumentando”, explica el médico del barco Frank Doerner: “Ya llegaron al barco traumatizados por su situación, pero además el hecho de que las respuestas no lleguen se convierte en una razón para otro tipo de estrés”.
Por eso, desde el Sea Watch 3 exigen una respuesta inmediata de la UE, no solo para encontrar un puerto puntal donde desembarcar, sino para establecer un protocolo de distribución equitativa de los migrantes que naufragan en el Mediterráneo.