“Creo que debajo de la oposición conservadora está el miedo. Ellos ven muchas incertidumbres. Es identitario”. Así vislumbra el cardenal alemán Walter Kasper las resistencias a Francisco. “Ya no es católico. Es sectario”, añade en una entrevista con Religion News Services.
Kasper también ha sido objeto de críticas por sus propuestas pastorales y su cercanía al Papa, por eso, se alegra de no haber participado en el Sínodo de los Jóvenes. “Cuando te haces mayor no te gusta tener todas estas controversias. ¡Y tuve fuertes controversias! Mucha gente estaba en mi contra. Una vez le pregunté al Papa: ‘Santo Padre, ¿qué debo hacer? ¿Debo responderles?”. La respuesta fue clara: “Tú eres un hombre de discernimiento, eres libre. Puedes decidir lo que quieres”.
El cardenal ha optado por no responder y huir de debates teológicos. Y es que “hay a algunas personas que no vas a convencer; es imposible”. Por otro lado, admite estar “reflexionando si debo hacer algo sobre el ministerio. Pero todo lo relacionado con el celibato y el papel de las mujeres me limita, me hace pensar que no estoy tan seguro”. Sin embargo, considera que “no podemos evitar los problemas: el celibato, la ordenación, cómo tener más sacerdotes…”.
Expresidentes latinoamericanos arremeten contra el Papa
En su tradicional mensaje de Navidad, el pasado 25 de diciembre, el papa Francisco mostró su deseo de que Venezuela pueda encontrar la “concordia” y que llegue la “reconciliación” a Nicaragua. Unas palabras que no han gustado a 20 expresidentes latinoamericanos, que han escrito al Pontífice para llamarle la atención por pedir concordia cuando, por ejemplo, el pueblo venezolano es “víctima de la opresión de una narco-dictadura militarizada”, según la misiva hecha pública por ABC.
La carta, encabezada por el premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, e impulsada por Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), también cuenta con el apoyo del expresidente argentino De la Rúa. Todos ellos muestran su preocupación por “el llamado de Su Santidad a la concordia, ya que, en el contexto actual puede entenderse ello como un pedido a los pueblos que son víctimas para que se acuerden con sus victimarios”.
Pese a todo, mantienen que “la expresión de Su Santidad, que la sabemos dicha de buena fe y guiada por su espíritu de pastor, está siendo interpretada de un modo muy negativo por las mayorías de Venezuela y Nicaragua. Sobre todo, por cuanto no existe, actualmente, en dichos países, un diferendo político que reclame de entendimiento, tolerancia, entre fuerzas encontradas con narrativas distintas, dentro de una democracia normal o deficiente que hoy lamentablemente no existe”.
Hélder Câmara, más cerca de los altares
“Quienquiera, rico o pobre, que se siente desesperado, tendrá un lugar especial en el corazón del obispo. Pero no vengo a ayudar a nadie a engañar, a creer que basta un poco de generosidad y asistencia social. Hay gritos que gritan, ante los cuales no tenemos el derecho de permanecer indiferentes”. Son palabras del ‘obispiño’ Hélder Câmara, quien está hoy más cerca de los altares después de que haya concluido la fase diocesana para su beatificación.
“Don Hélder nos insta a no olvidar a los pobres, a los indefensos, a los marginados. Los cristianos debemos luchar por los derechos de los que no tienen voz, por los oprimidos y los que sufren. Debemos comprometernos con la práctica de la paz y la justicia”, explica el capuchino Jociel Gomes, postulador de la causa, que lleva tres años de intenso estudio.
Mientras Jair Bolsonaro aterriza en Brasil, el legado de Câmara viaja ya a Roma para que el mundo conozca al prelado de Recife, al que Gomes compara con Óscar Romero, como indicó en su entrevista con Avvenire.
