El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano afirmó que ante las pocas oportunidades de trabajo y educación, la alta inseguridad y la llegada de un nuevo gobierno, la Iglesia debe apostar con construir la paz y velar por la Casa común
El arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, hizo públicas este martes las prioridades de la Iglesia en el país durante el 2019, entre ellas la construcción de la paz y el “cero tolerancia” a los abusos en el clero.
En un desayuno con representantes de los medios de comunicación, Cabrera dijo que México constantemente tiene que afrontar diferentes pruebas y adversidades, por lo que el pueblo reclama una Iglesia cercana y de acompañamiento.
Sin embargo, consideró que con el arranque de este año 2019, nace entre los mexicanos un sentido de superación, fraternidad, de esfuerzo y mejora en la construcción de metas y proyectos. “Los Obispos mexicanos los encomendamos a Dios Padre y queremos refrendar nuestro compromiso de seguir construyendo la Casa Común”.
Rogelio Cabrera se refirió a cinco aspectos que seguirán siendo puntos de atención para la Iglesia en el país. El primero está relacionado con el Proyecto Global de Pastoral 2031-2033, respecto al cual dijo: “con alegría y gratitud contemplamos su buena aceptación en los diferentes ámbitos de la Iglesia, y estamos en la ruta de su conocimiento, reflexión y aplicación”.
El segundo aspecto tiene que ver con las acciones de la Iglesia a favor de la paz. Sobre ello, indicó que es “nuestro deber, en el anuncio del Evangelio, mantener en marcha vigorosa el Plan de Construcción de Paz de la Iglesia, que, sin duda, y en colaboración con el gobierno y la sociedad civil permitirá avanzar en la superación de la violencia y la consolidación de la paz”.
Respecto al mismo tema, resaltó que la Iglesia que peregrina en México está comprometida a aportar todos sus recursos, para el bien común, con sus enseñanzas, su pastoral y su doctrina, abriendo espacios para el encuentro, el diálogo y la construcción de paz.
El tercer punto al que se refirió el Presidente de la CEM fue la aprobación –el 15 de noviembre del año pasado, durante la CVI Asamblea Plenaria– del Equipo Nacional para la Protección de Menor, con el objetivo de prevenir el abuso sexual en el clero diocesano y en toda la Iglesia, y ofrecer una correcta actuación, civil y canónica, en caso de que este hecho se realice.
Sumada a esta acción –agregó- “recibimos con alegría, la invitación que el Santo Padre Francisco ha hecho a los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, a un encuentro en Roma, en el mes de febrero, para tratar este asunto con carácter prioritario, y al que nos estamos preparando para llevar el trabajo que ya hemos estado realizando en México. De igual forma, vamos con el corazón y los oídos abiertos, muy dispuestos a compartir y recibir aportaciones”.
El cuarto punto que destacó Rogelio Castro fue el de los migrantes, sobre quienes dijo: “hoy más que nunca nos inquieta el grito estremecedor de nuestros hermanos migrantes. En fidelidad a la fe en Jesucristo, no puede pasar de largo el sufrimiento de quien busca mejores condiciones de vida, al cruzar la frontera para trabajar y contribuir al bien común, no sólo de sus familias sino del país hermano que los recibe”.
Finalmente, afirmó que México debe ser “pionero en el cuidado de nuestra Casa Común”, ya que –dijo- “el cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad”.