A pesar de las reiteradas manifestaciones de la diplomacia vaticana, el arzobispado de Madrid o la misma comunidad benedictina del Valle hay quien siempre ha apelado a la autoridad del abad de Solesmes en Francia ya que es a la “congregación” monástica a la que pertenecen las comunidades de Silos y, por lo tanto, del Cuelgamuros –ya que se fundó a partir de la burgalesa–. Miembros del Ejecutivo se han referido a esta posibilidad ante la postura del abad del Valle.
Aunque los benedictinos de por sí son autónomos mantienen ciertos vínculos y por eso se ha buscado que el actual abad de Solesmes, Philippe Dupont –sexto desde su fundación, en el cargo desde 1992–, se pronuncie sobre el traslado de los restos de Franco y, más cuando, muchos han observado una actitud poco colaborativa con la agenda del Gobierno en el actual abad del Valle, Santiago Cantera.
Para Dupont la clave en este proceso es al diálogo entre “el Gobierno español y la familia” para la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco de lugar que ocupan junto al presbiterio de la basílica. El abad francés cierra filas y reafirma que “compartirá siempre” la decisión del Vaticano, en esta y cualquier otra materia.
De esta manera Philippe Dupont y las autoridades de la Santa Sede declinan presionar con su autoridad, ya sea moral o canónica, ante el papel jugado por la comunidad que espera que haya una resolución firme velando por los derechos de la familia Franco. Estas primeras declaraciones reafirman las posturas eclesiales, que implican tanto al cardenal Osoro o a la Conferencia Episcopal.