Una reliquia de primer grado del niño mexicano san José Sánchez del Río, ‘Joselito’, podrá venerarse durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ-2019) en la parroquia de Santa Ana, en la ciudad de Panamá, del 22 al 27 de enero.
El pequeño mártir, originario de Sahuayo, Michoacán, fue canonizado por el papa Francisco en 2016, y es uno de los ocho santos patronos de la JMJ, entre los que destaca otro santo mexicano: San Juan Diego. Los otros patronos de este evento de talla internacional son: San Juan Bosco, San Martín de Porres, San Óscar Romero, Santa Rosa de Lima, Beata Hermana María Romero Meneses y San Juan Pablo II.
En entrevista para Vida Nueva, Fátima González, coordinadora de logística de la peregrinación de la reliquia, asegura que la importancia de su presencia en este evento radica en su modelo de vida, pues dio un “testimonio valiente y firme de quien permanece fiel a Dios”.
Sánchez del Río fue martirizado a sus 14 años durante los enfrentamientos violentos de la Guerra Cristera en México, cuando muchos cristianos lucharon contra la legislación antirreligiosa promulgada en 1926 por el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles, que prohibía el culto público y ordenaba cerrar las iglesias.
“Nosotros asociamos los acontecimientos vividos por san José Sánchez con realidades no muy ajenas a nuestros tiempos; hoy por hoy, hay muchas privaciones y opresión en diferentes aspectos, a lo mejor no con la radicalidad de aquel momento, pero sí, hoy en día se necesitan testimonios dispuestos a permanecer fieles a lo que creemos”.
González destacó que la organización laical a la que pertenece, Camino de la Fidelidad, dedicada a difundir la vida del santo mexicano, ha recibido muchos testimonios: “yo los asocio mucho con la vida que él tuvo, ya que su martirio generó en él mucho dolor; el haberle cortado la planta de sus pies y el haberle hecho caminar así, debió haber sido mucho sufrimiento, por lo que percibimos una empatía muy particular con los que hoy sufren o tiene un dolor muy fuerte”.
Fátima González aseguró que, por otra parte, han sido muchas las gracias que san ‘Joselito’ ha dado a las familias, a adolescentes y jóvenes, “lo cual nos anima a que más gente lo conozca”.
Compartió el caso de una niña de nombre Ximena, que le valió la canonización: “vivía en Estados Unidos, pero era mexicana; tenía el 90% de muerte cerebral; su madre la encomendó a san José Sánchez, y milagrosamente despertó justo el día en que la iban a desconectar”.
Otro caso ocurrió en Guanajuato, y tuvo que ver con un bebé de cuatro meses, con Síndrome de Down, que estaba a punto de morir después de cinco operaciones infructuosas; sus padres rezaron durante 15 días continuos pidiendo la intercesión de san José Sánchez, y el bebé continúa vivo.
La reliquia del santo empezó su peregrinar el 26 de diciembre de 2018; partió de Sahuayo, Michoacán, para visitar un total de 20 iglesias en diferentes diócesis del país, como Guadalajara, León, Querétaro, Toluca, México, Xalapa, Yucatán y Cancún, entre otras, para concluir su recorrido el 21 de enero en Panamá.
Fátima González, junto con diez jóvenes de diferentes estados de la república, difunden la vida de Sánchez del Río junto con el padre Óscar Méndez, de los Misioneros Servidores de la Palabra, quien tiene la custodia de la reliquia.
Hay varias congregaciones en México que resguardan alguna reliquia de ‘Joselito’, pero la que tiene Camino de la Fidelidad es la primera en realizar una ruta específica de visitas con este alcance; “el recibimiento en cada diócesis ha sido sorprendente, y ha aumentado la devoción hacia este santo mexicano, quien tenía muy claro su objetivo: la entrega de su vida por Cristo”.
La fiesta litúrgica de San José Sánchez del Río se celebra el día de su muerte: el 10 de febrero.