Los obispos de República Democrática del Congo no confían en la victoria de Félix Tshisekedi en las elecciones. La Conferencia Episcopal Nacional de Congo (CENCO) ha afirmado que los resultados provisionales publicados por la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) y que dan la victoria al opositor Tshisekedi, candidato de la coalición Dirección al Cambio, en las elecciones presidenciales del 30 de diciembre no se corresponden con los datos recabados por sus observadores.
“Tomamos nota de la publicación de los resultados por parte de la Comisión Electoral, pero los resultados publicados no se corresponden con los datos recabados por nuestra misión de observación electoral”, ha indicado el secretario general de los obispos, Donatien N’shole, en rueda de prensa en Kinshasa, según informa el portal Actualité. Nshole presentó el informe de la misión de observación electoral que desplegaron los obispos el pasado jueves y dijo que habían constatado un claro ganador en los comicios, si bien no quiso desvelar de quién se trataba a la espera del anuncio por parte de la CENI. En su rueda de prensa de ayer, 10 de enero, tampoco ha querido desvelar quién sería el ganador.
Según la CENI, Tshisekedi se ha impuesto con el 38,57% de los votos, seguido del también opositor Martin Fayulu –al que los sondeos daban como vencedor y que ya ha denunciado fraude–, con el 34,83%. El candidato designado por el presidente Joseph Kabila para sucederle, Emmanuel Ramazani Shadary, ha sido tercero, con el 23,84%. Los partidos tienen tres días para apelar los resultados ante la Corte Constitucional desde el momento del anuncio. La corte, a su vez, dispondrá de una semana para proclamar los resultados oficiales.
El supuesto vencedor elogia a Kabila
Después de conocer los resultados, Tshisekedi dio un discurso en Kinshasa, en donde indicó que será “el presidente de todos los congoleños” y que no gobernará “para una organización, una tribu o un partido”. También aprovechó la ocasión para elogiar al actual presidente, Kabila, a quien describió como “un socio político y no un enemigo”.
Tshisekedi, de 55 años, decidió en noviembre desmarcarse del bloque opositor Lamuka (‘Despierta’, en lengua lingala) liderado por Fayulu, que aparecía como favorito en los sondeos. El temor de muchos congoleños es que Tshisekedi sea un hombre de Kabila utilizado por el hasta ahora presidente para dejar pasar una legislatura y volverse a presentar en las siguientes elecciones.
Por su parte, para el líder de Lamuka, “esta proclamación es el resultado de manipular, inventar y fabricar, y los resultados no tienen nada que ver con la verdad de las encuestas. Esto es una estafa electoral inimaginable y es probable que cause un desorden generalizado en todo el territorio nacional”. Asimismo, Fayulu también instó a la Conferencia Episcopal y a la Iglesia de Cristo, las dos misiones de observación locales, a que hicieran públicos los resultados de los que disponen. “Deben revelar a los congoleños y al mundo entero el nombre de la persona que realmente encarna la elección de nuestro pueblo”, aseguró.
