Este fin de semana viajan a Roma los cinco integrantes del Comité Permanente del Episcopado chileno, que incluye al arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, donde serán recibidos por el papa Francisco.
El Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal informó el viernes 11 de enero que la entrevista tendrá lugar el lunes 14 y que fue solicitada “tras la asamblea plenaria efectuada en noviembre de 2018”. Agrega que “tiene como finalidad dar a conocer al Pontífice el caminar recorrido por la Iglesia en Chile desde el encuentro que él sostuvo en mayo, en el Vaticano, con obispos chilenos”, y concluye expresando que “en espíritu de comunión y colaboración con el Papa, los obispos le presentarán los procesos vividos y en curso, los compromisos asumidos y sus proyecciones”.
Inquietud e incertidumbre
Al difundir este comunicado, el diario La Tercera agrega como razones para este encuentro que los obispos “buscarían transmitirle a Francisco su inquietud por lo que estiman ha sido un proceso largo y de mucha incertidumbre respecto al Episcopado chileno, con salidas que aún se esperan desde la cita que sostuvo el Pontífice con todos los purpurados en mayo pasado. Entre ellas, la del propio Ezzati”, quien ya cumplió los 77 años. Parte de la incertidumbre radica en la calidad de ‘renunciados’ en que están todos los obispos del país, con 8 de ellos indagados por la Fiscalía Nacional en procesos relacionados con abusos, a lo que se suma el reciente acuerdo de una Comisión del Senado de la República de quitar la nacionalidad por gracia al cardenal Ricardo Ezzati, lo que será presentado a discusión en ambas cámaras del Congreso.
Fuentes de la Iglesia expresaron también que la inquietud de los obispos podría llevar consigo el desacuerdo del Episcopado chileno con el diagnóstico del Papa acerca de la situación que vive la Iglesia chilena, expresado por Francisco en mayo pasado en la reunión a la que convocó a todos los obispos. Algunos de ellos no comparten la gravedad de la crisis que vive la Iglesia chilena.
El documento que leyó el Papa a los obispos, en esa oportunidad, se filtró y fue difundido por medios de comunicación chilenos. Allí se lee, como eje del diagnóstico de Francisco: “Duele constatar que, en este último periodo de la historia de la Iglesia chilena, esta inspiración profética perdió fuerza para dar lugar a lo que podríamos denominar una transformación en su centro. (…) Lo que sí podemos observar es que la Iglesia que era llamada a señalar a Aquél que es el Camino, la Verdad y la Vida (Jn. 14,6) se volvió ella misma el centro de atención. (…) Concentró en sí la atención y perdió la memoria de su origen y misión. Se ensimismó de tal forma que las consecuencias de todo este proceso tuvieron un precio muy elevado: su pecado se volvió el centro de atención”.
El Informe Scicluna
El diario La Tercera también señala como inquietud de los obispos “las dudas que existen sobre si el Vaticano accederá a la petición de la Fiscalía Nacional chilena de enviarles directamente el denominado Informe Scicluna, el documento pontificio que contiene un detallado análisis de diversos casos de abusos en la Iglesia”.
Esta preocupación se funda en el acuerdo de cooperación al que llegaron el Fiscal Nacional, Jorge Abbott, con el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, en su segunda visita a Chile. Apoyado en este acuerdo, el Fiscal expresó hace pocos días que espera que “la Iglesia y sus autoridades cooperen en los términos que nos manifestó monseñor Scicluna cuando estuvo en Chile”. Y agregó que “hemos tenido respuestas parciales, no las que hemos querido o tampoco con toda la información, pero estamos insistiendo ante el Vaticano, cuyas autoridades han comprometido el apoyo a nuestra investigación”.
En diciembre, la Fiscalía Nacional reiteró al Estado Vaticano la urgencia de contar con los antecedentes del Informe Scicluna, recordando los acuerdos de colaboración existentes.
Entre los integrantes del Comité Permanente que se reunirá con Francisco estará el arzobispo Ezzati y el presidente del Episcopado, Santiago Silva, quienes fueron citados a declarar en calidad de imputados en la investigación que lleva el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, por abusos sexuales y de conciencia perpetrados por miembros de la Iglesia: ambos acusados de encubrimiento. En esa instancia, Ezzati se acogió a su derecho a guardar silencio.