Tres horas duró el encuentro que mantuvieron este lunes, 14 de enero, los miembros de la cúpula del episcopado chileno con el papa Francisco en el Vaticano. La cita estuvo dividida en dos partes: primero Jorge Mario Bergoglio departió con los cinco prelados durante una hora en su biblioteca del Palacio Apostólico y, debido a que tenía otra audiencia a continuación, les invitó a seguir hablando luego con él almorzando juntos en la Domus Santa Marta, la residencia vaticana donde vive.
La comida se prolongó durante dos horas, según detalló a la prensa el obispo Luis Fernando Ramos Pérez, administrador apostólico ‘sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis’ de Rancagua y secretario general de la Conferencia Episcopal Chilena (CECh). “Fue una cita muy interesante, fraterna y cordial en la que repasamos el recorrido de nuestra Iglesia desde la visita del Papa a Chile. Le contamos cuáles son los compromisos y los discernimientos que estamos haciendo como Iglesia y cómo estamos caminando hacia adelante”, explicó Ramos.
“Compromiso el Santo Padre”
Con en este encuentro, solicitado por los prelados chilenos, querían reafirmar “nuestro compromiso de comunión, de participación y de colaboración con la misión del Santo Padre”. La reunión se produce un año después de la visita de Francisco al país austral, el viaje más difícil de su pontificado debido al escándalo de abusos sexuales a menores cometidos por eclesiásticos que sufre la Iglesia local. Este problema salpicó al propio Bergoglio, ya que en un primer momento defendió a Juan Barros, antiguo obispo de Osorno y encubridor del sacerdote pederasta Fernando Karadima, según sus víctimas.
Más tarde el Papa reculó, pidió perdón por el error y cesó a Barros. También puso en cuarentena a todos los obispos chilenos, que le presentaron la renuncia por escrito y en bloque el pasado mayo después de reunirse con él durante tres días en Roma para analizar la grave crisis que afrontan.
Cumbre sobre abusos en febrero
En su comparecencia ante los periodistas, Ramos explicó que aquellas renuncias ya no están en vigor al haber pasado tres meses desde que se presentaron sin que el Pontífice se haya manifestado sobre ellas. No obstante, el Papa considera que todos los obispos “estamos en funciones cumpliendo nuestra tarea y si hubiera la necesidad de abordar algún caso en particular, lo abordaría directamente con el interesado”.
El secretario general de la CECh anunció que será él quien participe en representación del episcopado de su país en la conferencia de febrero convocada en Roma con el Papa para debatir sobre cómo proteger a los menores de edad dentro de las instituciones eclesiásticas. Las conferencias episcopales de todo el mundo están llamadas a participar en esta importante cita llamada a marcar un punto de inflexión en la lucha contra la pederastia.
Sin noticias sobre Ezzati
“La idea es poder alinear a toda la Iglesia universal sobre cómo enfrentar este verdadero flagelo que son los delitos que tienen que ver con los abusos sexuales, cómo actuar rápidamente y poner en el centro a los menores de edad”, explicó Ramos.
Preguntado insistentemente por los reporteros, el secretario general del episcopado aseguró no saber cuándo aceptará el Papa la renuncia por motivos de edad presentada por el cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago de Chile. Dijo que tampoco sabía quién podría ser su sucesor.
Discernimiento hasta 2020
Ramos reconoció que “todavía es largo” el camino que debe recorrer la Iglesia chilena para recuperar la confianza perdida por la crisis de los abusos. Se encuentra ahora mismo en un recorrido de “discernimiento” que concluirá en 2020 con una tercera asamblea eclesial dedicada a este tema.
Antes de concluir su comparecencia, el obispo chileno agradeció al Papa sus “sugerencias”, que muestran su “preocupación” y “gran cariño” hacia la comunidad católica del país austral.
Junto a Ramos y al cardenal Ezzati acudieron a la cita: Santiago Silva Retamales, ordinario militar y presidente de la CECh; René Osvaldo Rebolledo Salinas, arzobispo de La Serena y vicepresidente del episcopado; y Juan Ignacio González Errázuriz, obispo de San Bernardo.
