“Actualmente, los movimientos humanos, aunque generando desafíos y sufrimientos, están enriqueciendo nuestras comunidades, las Iglesias locales y las sociedades de cualquier continente”. Así lo expresa el papa Francisco en el prefacio del libro ‘Luces en los caminos de la esperanza’, en el que se recopilan todos sus discursos sobre la inmigración y la trata de personas, y que se ha presentado hoy, 17 de enero, en el Vaticano. “Es una experiencia que el mismo Jesucristo vivió, junto con sus padres, cuando tuvieron que huir a Egipto para salvarse de la furia asesina de Herodes”.
El libro, publicado por la Sección para los Migrantes y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, refleja cómo la inmigración se ha convertido en clave en el magisterio de Francisco, ya que se recogen más de 450 discursos o referencias en audiencias o mensajes en los que se ha referido a este tema en sus casi seis años de pontificado.
El Papa comienza su texto citando el viaje de Abraham y su esposa Sara “con la esperanza de encontrar una vida mejor para ellos mismos y sus familias” y añade que “esto es un deseo profundo que ha movido a millones de inmigrantes durante los siglos”. “El viaje de los migrantes no es siempre una experiencia feliz. Basta pensar a los terribles viajes de las víctimas de la trata”, recalca el Pontífice.
Jorge Mario Bergolio recuerda que la historia humana es “la historia de la salvación, y está marcada por itinerarios de varios tipos: migraciones, exilios, huidas, éxodos…”. Por eso, el Papa espera que esta recopilación de sus escritos y reflexiones, que se irá actualizando, “pueda iluminar a nuestros países sobre el camino de la esperanza, dando apuntes de inspiración para la oración, la predicación y la acción pastoral”.
Asimismo, el citado dicasterio también ha publicado un documento titulado ‘Directivas pastorales sobre la trata de personas’, en el que, entre otras cosas, dice que “comprar servicios sexuales en todas sus formas, incluida la pornografía, el cibersexo, el striptease y la danza erótica, es una lesión grave para la dignidad y la integridad humana”.
En relación a la trata, el texto mantiene que “las investigaciones policiales son largas y difíciles” y que “la recolección de evidencia sobre esta actividad criminal también se ve obstaculizada por la corrupción rampante y la falta de cooperación de las autoridades de los otros países”. En ese sentido, el Vaticano recalca que los países “deben considerar la posibilidad de criminalizar a quienes se aprovechan de la prostitución u otras formas de explotación sexual que proporcionan las víctimas de la trata” y que “la responsabilidad debe determinarse a lo largo de toda la cadena de suministro”.
Según el documento, el castigo penal debe aplicarse “incluso cuando la trata de personas se utiliza para matrimonios forzados, servidumbre, mendicidad forzada, tráfico de órganos y explotación reproductiva”. Así, reclama “campañas de sensibilización sobre las responsabilidades legales de quienes generan la aplicación de la trata de personas, tanto a nivel nacional como internacional, con la cooperación de todas las partes interesadas”.