Un tremendo ambiente festivo, con un grupo de niños con trajes regionales, es el que el papa Francisco ha encontrado en cuanto ha aterrizado en el aeropuerto internacional de Tocumen de Panamá cuando a las 16:15 h. (hora local) tras 12 horas de vuelo y 9.500 km recorridos de viaje, en las que ha podido saludar a los periodistas a bordo y confirmar su visita a Japón en noviembre. Con la Jornada Mundial de la Juventud ya en marcha, Panamá es el 40º país visitado por Francisco en el que es su 26º viaje internacional.
El carácter juvenil ha estado muy presente, especialmente cuando Francisco, tras los saludos de las autoridades civiles –con el presidente de Panamá Juan Carlos Varela ejerciendo de anfitrión– y eclesiásticas, se ha salido de la alfombra roja para saludar a los 2.000 fieles y peregrinos concentrados en el aeropuerto. El pontífice ha bendecido a unos niños y saludado a muchos de las primeras filas, antes de dirigirse al automóvil cerrado que le ha llevado hasta la Nunciatura Apostólica, a unos 28 km. de distancia.
Una intensa agenda por delante
El papa Francisco antes de tomar el A330 de Alitalia que ha salido a las 9:51 h. del aeropuerto de Roma tras haber tenido un pequeño encuentro con 8 jóvenes refugiados acogidos en el Centro Pedro Arrupe de Roma. Como es habitual, envió un telegrama al presidente de la república italiana, Sergio Mattarella, señalándole que en este viaje se encontrará con “jóvenes provenientes de todo el mundo, en el signo de la fe y de la esperanza”.
Aunque ha llegado por la tarde a Panamá debido al cambio horario no hay ningún acto previsto en esta primera jornada en la que el pontífice se retiró a descansar. La agenda oficial comenzará este jueves con la recepción ofician a las puertas del Palacio de las Garzas, sede la Presidencia de la República.
Posteriormente en el Ministerio de Relaciones Exteriores se encontrará con las autoridades, diplomáticos y diferentes representantes de la sociedad panameña. Antes de comer participará en la iglesia de san Francisco de Asís en un encuentro con los obispos centroamericanos. La tarde estará dedicada ya a los jóvenes con la ceremonia de acogida y apertura de la JMJ en el Campo Santa María la Antigua, muy cerca del mar.
El viernes, como novedad, la celebración penitencias que el Papa presidirá será con jóvenes presos en el Centro de Cumplimiento de Menores Las Garzas de Pacora. Por la tarde tendrá el Vía crucis con los participantes de la JMJ de nuevo en el Campo Santa María la Antigua.
El sábado se verá con sacerdotes, religiosos y miembros de movimientos laicales en la misa de dedicación del altar de la Catedral Basílica de Santa María la Antigua. Con un grupo de jóvenes compartirá en almuerzo y presidirá la vigilia en el Campo San Juan Pablo II. En ese mismo lugar, celebrará el domingo la misa de clausura antes de visitar la Casa del Buen Samaritano –un hogar para jóvenes enfermos– y agradecer la labor de los voluntarios de la JMJ.