Son un ejército de 12.299 profesores. El claustro de Religión en la enseñanza pública va a la baja. Algunos se jubilan, otros pocos abandonan por la inseguridad que supone que la jornada laboral pueda reducirse y, consecuentemente, el sueldo; los más jóvenes tampoco optan por prepararse para impartir la asignatura en medio de los vaivenes políticos que no ofrecen estabilidad. Asturias, Balerares, Castilla-La Mancha, Cataluña, País Vasco, Navarra y Murcia ya registran problemas para cubrir los puestos, pero otras comunidades vislumbran esta situación a corto plazo.
Por si fuera poco, una realidad extrapolable a todo el país es que se está percibiendo un descenso de matrículas en Infantil de uno o dos puntos cada año. Una situación que ya es tendencia.
Cada Comunidad Autónoma legisla de forma diferente, por lo que no es lo mismo ser profesor de Enseñanza Religiosa Escolar (ERE) en Asturias, donde se imparte una hora semanal por curso, que en Madrid, donde se imparten dos. Asimismo, hay regiones en las que se obliga a tener el máster en Secundaria. Otras piden la lengua cooficial, por lo que un profesor aragonés no podrá dar clase en Cataluña, mientras que sí uno catalán en Aragón. Disparidad de criterios que se traducen en incertidumbre para un claustro que cada año se ve sometido a un referéndum.
¿Y hay soluciones? Algunos delegados diocesanos de Enseñanza abogan por reducir los criterios para obtener la DECA –Declaración Eclesiástica de Competencia Académica– en Secundaria, que exige, como mínimo, la diplomatura en Ciencias Religiosas más otra titulación civil. Sin embargo, otros creen indispensable esta formación para impartir la materia. Mientras, varios aluden a falta de formación del profesorado de Primaria, que obtiene la DECA en 300 horas.
En la Conferencia Episcopal hay una propuesta de reducción de las exigencias, como confirma a esta revista el director de la Comisión de Enseñanza de la CEE, José Miguel García, pero hay diversidad de opiniones y solo puede ser aprobado por los obispos.
La concertada, con problemas de profesorado
La mitad de los centros concertados en España tienen problemas para encontrar a profesores de religión en Secundaria. Así lo muestra una encuesta de Escuelas Católicas a la que ha respondido más del 50% de los 2.000 centros católicos. “Es un asunto que nos preocupa”, dice a Vida Nueva José María Alvira, secretario general de la institución. “Para Primaria no hay problema, porque la DECA se saca mientras se estudia magisterio, pero en Secundaria cumplir con todos los requisitos no es fácil”, añade.
Este problema surge también de la falta de vocaciones. Y es que antes eran los propios religiosos los que impartían la asignatura. Por eso, Escuelas Católicas también ha elaborado un plan que ha presentado en la Conferencia para que revisen los criterios para obtener la DECA, porque “hay que ser realista y flexible; sin pretender que los profesores no estén bien preparados”.