La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Panamá ha puesto en el foco a un país que hasta el momento había pasado desapercibido en el panorama católico. La JMJ se celebra por primera vez en Centroamérica, en una fecha favorable para los millones de jóvenes católicos del continente americano. Es por eso que Rómulo Aguilar, coordinador de este evento masivo, diga que la JMJ ha supuesto un antes y un después en la vida del país. La ciudad se ha transformado, ha adaptado sus infraestructuras y limpiado su imagen antes de enero de 2019 para responder con éxito al encuentro de jóvenes que concluye mañana, 27 de enero.
PREGUNTA.- El recorrido hasta la Jornada Mundial de la Juventud ha sido largo desde el anuncio del papa Francisco en Cracovia, el 31 de julio de 2016…
RESPUESTA.- Todo esto ha significado un momento de gracia para Panamá. Ha sido muy desafiante. Ciertamente, la JMJ nos ha cambiado la vida a todos. Lo mejor es que la finalidad era esta que hemos visto: un encuentro con el Papa y los jóvenes del mundo. Empezamos con las reuniones, la preparación, el contrato de gente especializada –muchos de ellos, de forma voluntaria–, locales, oficinas… Ha sido algo que hemos hecho casi sin darnos cuenta. Creíamos que era un sueño hasta que, por fin, ha llegado.
P.- Trabajar para los jóvenes debe ser motivador, ¿no?
R.- Muy motivador, porque viendo los resultados previos y el mismo encuentro, viéndoles a ellos gozando, alabando, danzando, cantando, felices, muy complacidos de la acogida en Panamá… Todo ello enorgullece y le da sentido a todo lo que hemos hecho hasta ahora.
P.- ¿Cuál es la magia de la Jornada Mundial de la Juventud?
R.- La magia son los mismos jóvenes, porque son la esperanza de la Iglesia, además del presente. Verlos cómo se reúnen en Panamá, cómo están dispuestos a todo. Durmiendo poco, comiendo poco, pero con ánimos de compartir y escuchar al Papa. Esa es la magia de la JMJ.
P.- A los tres meses de un Sínodo dedicado a los jóvenes, ha tenido lugar esta JMJ. La Iglesia de Francisco está mostrando su apuesta por la juventud. ¿Debe darle aún más altavoz?
R.- Por supuesto, aunque se lo está dando. Con el papa Francisco se ha abierto una puerta para la juventud. Él sí le ha dado verdadero protagonismo. Ellos tienen ahora una palabra en la Iglesia. Son parte relevante en la pastoral de la Iglesia. Probablemente, ellos den más a la Iglesia que la Iglesia a los jóvenes. Les necesitamos, ciertamente, sin descartar a la gente mayor.
