Vicente Jiménez, arzobispo de Zaragoza, ha presentadoante el Papa su renuncia al oficio episcopal tras cumplir los 75 años, requisito que se contempla en el Derecho Canónico. Un código que dice que “el Papa, según las circunstancias, proveerá”. Por este motivo, y hasta que Francisco dé respuesta a la renuncia, continúa siendo arzobispo en derechos y deberes.
Así, conservando aun su cargo, Jimenez ha criticado en una entrevista con El Heraldo la postura ante el independentismo de algunos miembros del clero. “La Iglesia es católica y universal”, ha dicho, “y ahí caben todas las razas, credos, pueblos y por tanto no se puede unir Iglesia y nacionalismo”. Por este motivo, “la Iglesia no debe ser nacionalista”. “El virus del nacionalismo perjudica la fe y a la Iglesia”, ha sentenciado.
Cuando la Iglesia “se posiciona con el nacionalismo”, lo que realmente hace es “tergiversar el mismo concepto de Iglesia”. Y es que, como institución, “está llamada a mediar” y a ser “vínculo de reconciliación”. “La Iglesia ofrece un mensaje de unidad y reconciliación, que creo que es importante para solucionar los problemas”, ha apostillado Jiménez.
Carlos Castillo, nuevo arzobispo de Lima, ha afirmado en una entrevista con TV Perú en la que se le ha preguntado por la violencia de género, que “la población peruana debe aprender a sanar sus heridas para logran vencer el feminicidio y el machismo”.
“Hay cosas elementales: cuando hay víctimas, la iglesia está con ellas. Tenemos que luchar por ellas. Que se investigue y sancione a alguien que maltrate gravemente”, ha añadido Castillo. Estas declaraciones del arzobispo son el resultado de las elevadas cifras de violencia de género en el país. Según el Ministerio de la Mujer, en 2018 149 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, mientras que durante este mes de enero han sido 10 las víctimas mortales por violencia machista en Perú.
El pasado sábado 26 de enero se inauguró la primera iglesia católica en Cuba desde la revolución socialista de 1959. De esta manera, la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en la ciudad de Sandino se ha construido con la ayuda financiera de los miembros de la iglesia de Sant Lawrence de Tampa, Florida.
La apertura de la nueva iglesia resulta particularmente significativa porque la ciudad de Sandino es hogar de numerosas familias que se mudaron allí desde la ciudad de Escambaray, donde los residentes lucharon contra el gobierno en los primeros años de comunismo.
“Este es un evento histórico para la iglesia de Cuba”, ha señalado a Crux Juan Hidalberto Hernández, miembro de la parroquia, “ya que muchas familias dejaron atrás a sus santos y no tenían una iglesia para orar hasta ahora”.