Al inaugurar el Día de la Universidad Pontificia de México, el rector Mario Ángel Flores, aseguró que los líderes “conservan su legitimidad en la medida que sean incluyentes y propicien que los distintos sectores asuman su tarea y el talento de todos contribuya al progreso común”
“Frente a la pobreza, criminalidad, corrupción y decadencia moral, no bastan las buenas intenciones, se necesitan ideas claras y estrategias responsables, propuestas que nos lleven a integrar el talento de todos, con el respeto de unos y otros”.
Así lo dijo el sacerdote Mario Ángel Flores, rector de la Universidad Pontificia de México, al inaugurar este miércoles un panel con motivo del 37 aniversario de la reapertura de esta institución en 1982.
El sacerdote, quien es miembro de la Comisión Teológica Internacional, consideró muy altas las aspiraciones que tiene el pueblo mexicano para superar la “indignante desigualdad social, la injusta participación en el desarrollo, la falta de oportunidades en la educación de calidad y en el trabajo digno para todos”.
Además, apuntó que una sociedad dividida o polarizada, nunca alcanzará sus metas; “en una palabra, una nación es responsabilidad de todos, no sólo de la clase gobernante”.
En alusión al nuevo gobierno en el país, Mario Ángel Flores aseguró que los líderes conservan su legitimidad en la medida que sean incluyentes y propicien que los distintos sectores asuman su tarea y el talento de todos contribuya al progreso común.
“El centralismo –añadió– las decisiones discrecionales de unos cuantos, la opacidad de los procesos, sería un grave retroceso en nuestra patria. El monólogo anula la riqueza social y la diversidad de nuestra cultura”.
La Real y Pontificia Universidad de México fue fundada en 1553 siendo la más antigua de América. En relación y continuidad con aquella institución, se realizó su reapertura como Pontificia el 29 de junio de 1982 con la anuencia del Papa Juan Pablo II, reanudando sus actividades hace 37 años, bajo la responsabilidad del episcopado mexicano.
Para el sacerdote Mario Ángel Flores, las universidades pontificias del mundo viven tiempos nuevos bajo el impulso de las enseñanzas del papa Francisco, quien ha pedido estar atentos a los distintos acontecimientos del mundo y se distingan por la apertura y cercanía para con todas las realidades humanas, “a fin de llevar constantemente la novedad del Evangelio de Jesucristo e iluminar la historia de nuestro tiempo”.
Dijo que la Pontificia de México, la universidad de los obispos, está llamada a ser una institución más testimonial, menos preocupada por sí misma, más auténtica y comprometida con la sociedad.
En el marco del Día de la Universidad Pontificia se organizó un panel titulado “Perspectivas para México ante las nuevas circunstancias políticas”, que contó con la participación de Margarita Zavala, ex candidata independiente a la Presidencia de la República; Emilio Álvarez Icaza, senador y Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial.
En este sentido, el sacerdote Mario Ángel Flores aseguró que la universidad quiso dedicar este espacio a un análisis crítico y propositivo, frente a la enorme responsabilidad de quienes llevan las acciones de gobierno, pues “toda universidad es una institución donde debe brillar el pensamiento crítico y propositivo, toda universidad pontificia debe ir de la mano junto al análisis de la realidad, el testimonio y el compromiso constructivo”.
En la inauguración también participó el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México, en su calidad de Gran Canciller de la institución, quien hizo referencia a tres problemas que desde hace diez años denunciaron los obispos mexicanos en el documento: “Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna”.
Se refirió particularmente a la crisis de la legalidad, la crisis de moralidad y el debilitamiento del tejido social. Al respecto, explicó que los obispos también expusieron las posibles soluciones a esos problemas que, aunque fueron señalados hace una década, siguen vigentes, por lo que llamó a no esperar a mañana, sino trabajar hoy, por que en este campo –concluyó- “el hoy es hoy”.